La triple vida del hombre, Jacob Böhme

Los tres principios de la manifestación divina

Los tres principios de la manifestación divina 850 480 V.M. Kwen Khan Khu

Muy queridos amigos y amigas:

Con inmensa alegría os hago llegar, amigos y amigas, el presente grabado que lleva por título…

…LOS TRES PRINCIPIOS DE LA MANIFESTACIÓN DIVINA

La triple vida del hombre, Jacob Böhme

Ante todo hemos de decir que este grabado aparece en un libro titulado Sobre la triple vida del hombre según el misterio de la manifestación divina, el cual fue escrito en el año 1620 por el místico alemán Jacob Böhme ─1575-1624─ y fue editado en Ámsterdam en el año 1682.

Unas letras ampliadas intencionalmente nos muestran la frase «REY PRINCIPIA». Esta frase hace alusión al bendito THEOMEGALOGOS, el TODOPODEROSO ARQUITECTO DEL UNIVERSO, como es llamado por los Hermanos Masones. Él es la INTELIGENCIA DE LAS INTELIGENCIAS, LA OMNISCIENCIA DE LAS OMNISCIENCIAS, LA OMNIPOTENCIA DE TODAS LAS OMNIPOTENCIAS, aquel que ha sido, es y será por siempre, INMUTABLE y ETERNO. Este arquitecto pone en acción sus fuerzas al inicio de cada MAHA-MANVANTARA CÓSMICO para recrearse a sí mismo en el espejo de la creación.

Antes que nada hemos de indicar que la fuerza del THEOMEGALOGOS está constituida por el IOD-HEVE hebraico, las fuerzas masculinas y femeninas que se unen y están señaladas en nuestro grabado por los diversos ángeles ─Querubines y Serafines─ que conforman el VERBO SAGRADO del inicio de la manifestación. Estas fuerzas angélicas van dentro del santo rayo del Okidanokh obedientes a las órdenes que este último les va dictando a medida que van naciendo los cosmos, los universos, las galaxias, los sistemas solares, los mundos y las razas humanas. Por esta razón esa hueste de Elohim ─entidades angélicas─ aparece en la parte superior de un gran círculo que está iluminado por innumerables rayos de luz divina.

En el centro mismo de este círculo vemos la presencia de un fuerte rayo de luz que señala la misión de atraer todas las potencias angélicas. Este rayo parece una flecha que desciende y en su punta o extremo conforma un triángulo descendente que, justamente, se mezcla con otro triángulo ascendente. He aquí como EL DADOR DE LA VIDA se convierte en RECIBIDOR de esa misma vida, pero llena de la experiencia de las convivencias con la materia. Así es como DIOS se retroalimenta.

El rayo principal que ya definimos formando un triángulo va acompañado de dos más. He aquí la presencia de LAS TRES FUERZAS PRIMARIAS DE LA CREACIÓN: SANTO AFIRMAR, SANTO NEGAR y SANTO CONCILIAR; Padre, Hijo y Espíritu Santo, y en lenguaje hebraico serían KETHER, CHOKMAH y BINAH. Esa es la tríada que se resume en la unidad múltiple perfecta.

Bueno es señalar, estimado lector, que este triángulo descendente se completa con el otro triángulo ascendente formando EL SELLO DE SALOMÓN o ESTRELLA DE DAVID, símbolo de la unión de lo humano con lo divino. Así lo divino se humaniza y lo humano se diviniza. Ese es el fin.

Sobre ese triángulo descendente vemos resplandecer a la blanca paloma del Espíritu Santo. Recordemos que el Espíritu Santo es el santo conciliar, el portador y portavoz de las otras dos potencias originales ─léase: Kether y Chokmah─. De este modo se nos muestra que el Espíritu Santo es el gran anunciador, pues recordemos que él es el esposo de nuestra Divina Madre interior, nuestra PRAKRITI PARTICULAR que ha de ser fecundada también por EL TERCER LOGOS ─Shiva─.

También bueno es recalcar que en la parte inferior de este gran círculo observamos otro más pequeño que alegoriza la actividad creadora del Theomegalogos. Por esta razón observamos torbellinos de fuerzas ígneas que salen expelidos como los rayos de un sol superactivo. Esa es la gigantesca obra del Okidanokh, el remolino eléctrico del cual nos habla nuestro Patriarca: V.M. Samael Aun Weor. Tal remolino de luz está rodeado de estrellas que señalan a las miles de Mónadas que vienen a la manifestación buscando su propia Autorrealización Íntima.

Fuera ya de los dos círculos que hemos descrito vemos un tercero que abriga en su seno criaturas nefastas, malignas o tenebrosas. Esta es la esfera que la cosmogénesis nos define como TRITOCOSMOS, los infiernos cristianos, avernus romano o avitchi de los indostanos. En total, queridos/as amigos/as, podríamos hablar de tres cosmos aquí mostrados, a saber: EL COSMOS SUPERIOR ─angélico─, el COSMOS INTERMEDIO ─los mundos, las razas, los sistemas solares, etc., etc.─ y el COSMOS INFERIOR ─hogar de las Mónadas fracasadas que, después de haber perdido los TRES MIL CICLOS DE MANIFESTACIÓN CÓSMICA, entran en la INVOLUCIÓN SUMERGIDA─.

Finalizamos nuestra descripción observando que de abajo hacia arriba suben igualmente tres haces de luz que se juntarán con los tres rayos ígneos que descendían en el comienzo de la descripción de nuestro grabado. Esto nos dice que esos seis rayos nos ilustran las seis radiaciones de la Estrella Salomónica y nos informa de que toda la creación un día retornará al punto de partida original…..

Os entrego ahora unas frases para vuestra reflexión:

«Creando se encuentra Dios a sí mismo».
Rabindranath Tagore

«Si hemos sido creados a imagen de Dios debemos ser creadores».
Carmen Silva

«No se puede crear nada que no esté ya en uno mismo».
Bernard Shaw

«La mano que da, aunque sea fea, tiene segura su alabanza».
Shakespeare

«Las dificultades aumentan conforme se aproxima uno al fin».
Goethe

MAGNIFICAT ANIMA MEA DOMINUM.
─‘Mi alma engrandece al Señor’─.

KWEN KHAN KHU