Estimados lectores:
Quiero haceros llegar unas líneas sobre un tema doctrinario que considero relevante, importante y trascendental; me refiero a:
¿POR QUÉ RESULTA IMPORTANTE DECIR SIEMPRE LA VERDAD Y, SI ES NECESARIO, MORIR POR ELLA?
Si estudiamos nuestras enseñanzas a fondo encontramos en ellas muchas aseveraciones acerca de la importancia de tratar siempre de acercarnos a LA VERDAD. Teológicamente, la VERDAD en sí misma es Dios y, por deducción, podemos aseverar que la VERDAD ES EL MISMO SER.
Cuando el Gran Kabir de Galilea ─el V.M. Aberamentho─ anduvo en sus prédicas decía: «Yo soy el camino, la verdad y la vida»… En aquellos momentos él se estaba refiriendo, no a él mismo como hombre, sino a la representación que él estaba haciendo del Cristo Cósmico. Obviamente, su sacrificio en su vía crucis fue espantosamente brutal, y con ello nos mostró a todos que para encarnar la VERDAD ─es decir, al SER─ necesitamos recorrer el camino crístico con todas sus consecuencias, muy bien explicadas por nuestro amado Patriarca Samael Aun Weor, cueste lo que cueste…
Nuestro Avatara nos ha dicho en repetidas ocasiones que aquellos que se acostumbran a mentir a lo largo de su existencia, al desencarnar y retornar a este valle de lágrimas nuevamente reciben un vehículo físico deforme que los acompañará en esa otra existencia hasta la hora de su muerte. Y cuando analizamos esto nos encontramos que, ciertamente, el SER, siendo la verdad, es parte de la belleza del Creador, y si nosotros caemos constantemente en las mentiras de diversa índole estaremos atentando directamente contra nuestro Padre que está en secreto y, por ende, nos estaremos alejando más y más de su reino, que está lleno de belleza.
Resulta curioso que las llamadas almas perdidas son siempre mostradas en las narraciones, crónicas, mitologías y leyendas como seres monstruosos, justamente porque no amaron nunca la VERDAD, no se aferraron a la verdad y la consecuencia es que la traición que le hacemos al SER la pagamos muy cara, entre otras cosas con nuestra propia fealdad.
El mismo Nazareno indicó a sus apóstoles: «Buscad la verdad y ella os hará libres»…, y con tales frases nos estaba repitiendo: buscad al SER y Él mismo os liberará de la Rueda del Samsara y de todos los sufrimientos que nos esclavizan a estar atados a la existencia. Y añadía el Gran Maestro: «Buscad el Reino de Dios y su justicia y lo demás os vendrá por añadidura», porque el SER todo lo contiene, todo lo puede…, y es capaz de sacarnos de todas las dificultades aunque a nosotros nos parezca imposible cuando las estamos viviendo.
Sin embargo, hemos de acotar en estas cuartillas que nadie debe vanagloriarse por ser portador de la VERDAD, y es por ello que cuando se le preguntó a Buddha: «¿Eres tú la verdad?», respondió con un prolongado silencio. Igualmente, cuando Pilatos preguntó al Nazareno: «¿Eres tú la verdad?», expresó al gobernante de Galilea: «¡Tú lo has dicho!»; con esto quería, pues, dejar claro que era Pilatos quien lo estaba diciendo, pero no él…
Indudablemente que la VERDAD, siendo profunda, cierta, justa y difícil de capturar, resulta muchas veces AMARGA COMO LA HIEL, y para nosotros digerirla necesitamos valores eternos que nos ayuden a comprenderla en su totalidad. Es aquí donde interviene nuestro Cristo íntimo, pues Él, siendo en nosotros una réplica del arquetipo del Cristo Cósmico, luchará con todas sus fuerzas por establecer en nuestro interior el verdadero REINO DE LA VERDAD, el REINO DEL SER, aunque tal faena le implique luchar incesantemente contra nuestros diez mil agregados psicológicos y Él tenga que vivir, en nuestras profundidades anímicas, el mismo drama que representó el V.M. Aberamentho hace 2021 años en aquellas tierras bíblicas.
Sobre la VERDAD y su antítesis la MENTIRA se han escrito muchas cosas. Una de ellas se refiere a un encuentro entre ambas polaridades, y cuando la verdad se descuidó la mentira le robó sus vestiduras y se presentó ante el mundo como si ella fuese la verdad. Desde entonces se dice que la verdad es difícil de ser reconocida, pues la mentira la trata de imitar…
En otra narración se nos dice que en cierta ocasión Dios envió a los hombres a la VERDAD DESNUDA, empero cuando iba descendiendo desde las alturas y las muchedumbres la vieron dijeron: «Esa no puede ser la verdad, pues no tiene ropajes», en vista de lo cual las tinieblas enviaron a una mujer hermosamente vestida, a la cual las multitudes sí aceptaron. Esto dio origen al proverbio que nos dice: «La verdad transparente, cristalina y desnuda no gusta al hombre porque no tiene fuerzas para resistirla»…, ¡enigmas, enigmas, enigmas…!
Y ¿qué nos pasa a todos en estos días en qué vivimos? Pues, sencillamente, que estamos atrapados en las redes de la MENTIRA y lo que resulta peor es que nos hemos acostumbrado a aceptar LA MENTIRA porque a nuestros agregados les gusta más vivir en las fantasías que acercarse, o acercarnos, al Reino de la Verdad. Veamos, por ejemplo: ¿se le ha dicho acaso la verdad a la humanidad acerca del coronavirus que estamos padeciendo? Todos sabemos que no. Aunque se le ha dicho a la humanidad que para no contaminar nuestro aire que respiramos podríamos hacer vehículos propulsados por agua, ¿cuál ha sido nuestra respuesta? Pues que eso no es posible y que por ello es mejor que sigamos haciendo coches propulsados por carburantes que contaminan la atmósfera… Numerosos científicos han demostrado que el cáncer es curable y, sin embargo, ¿nosotros lo creemos? Respuesta: ¡NO! Y mientras tanto nos siguen torturando con los tratamientos de quimioterapia y de radiaciones que solamente nos alivian y a la larga nos causan la muerte. Miles han sido los avistamientos de OVNIS en los cielos de varios países de nuestro mundo. ¿Qué se le dice a la humanidad? Respuesta: que son simplemente globos meteorológicos, reflejos del sol, alucinaciones de las gentes, restos de cometas, etc., etc., etc. Y todo ello es para negar la existencia de otras humanidades más avanzadas que la nuestra y muchísimo más inteligentes que nosotros. Así podríamos seguir enumerando la serie interminable de MENTIRAS que mantienen a esta humanidad atrapada en las redes maquiavélicas de la FALSEDAD. Sin ir muy lejos, los gnósticos, advertidos por nuestro V.M. Samael Aun Weor, hemos sido informados acerca del acercamiento de un mundo gigantesco siete veces más grande que Júpiter ─el gigante de nuestro Sistema Solar─, y que dicho mundo causará el cambio de los ejes de nuestra Tierra y asistiremos entonces a la extinción de nuestra raza Aria entre volcanes, inundaciones, huracanes, ciclones, terremotos, etc.; y aun así, viendo lo que está sucediendo a nuestro alrededor, ¿qué han hecho los gobernantes de nuestro mundo? Respuesta: han dicho que, probablemente, para el año 2030 tratarán de frenar la contaminación mundial ocasionada, según ellos, por las emisiones de CO2 a la atmósfera terráquea. Para esa fecha nuestro planeta probablemente ya esté convertido en algo inhabitable.
En terreno místico, carísimos lectores y lectoras, la trascendencia del ceremonial que llamamos PRATIMOKSHA y que practicamos en nuestras cámaras herméticas estriba, justamente, en el hecho de que en el mismo afrontamos públicamente AL NO SER, AL YO, AL MÍ MISMO, y lo desnudamos contando la VERDAD a todos los presentes acerca de nuestros graves actos cometidos a lo largo de nuestra existencia. Esto hace palidecer a nuestro Ego animal, le resta fuerzas y luego la Divina Madre, nuestra Stella Maris particular, lo destruye en nuestra anatomía metafísica. De este modo nos vamos acercando a nuestra Realidad Interior, a nuestra Verdad, en otras palabras, a NUESTRO SER INTERIOR PROFUNDO, si queremos un día estar AUTORREALIZADOS.
Con todas estas reflexiones, ínclito lector, queda claro que la progenie humana padece una ceguera espantosa, una miopía física y anímica que no le permite ni siquiera concebir la realidad en la que nos hemos convertido, es decir, en una raza fracasada.
Permitidme ahora ofreceros unas frases para vuestra reflexión:
«Vaso de la fortuna es la verdad».
Sócrates
«Entre dos cosas que nos son queridas, la amistad y la verdad, es una obligación sagrada dar la preferencia a la verdad».
Aristóteles
«El hombre no vive de pan, sino de verdad».
Eurípides
«Para el sabio ninguna verdad es amarga».
Maurice Maeterlinck
«Cada verdad que aparece en la tierra es sellada con la sangre de un mártir o de un profeta».
Lamartine
VERITAS VINCIT.
─‘La verdad siempre vence’─.
KWEN KHAN KHU
Entonces a decir la verdad Maestro hasta sudar la misma sangre contaminada por nuestras mentiras.. infinitamente agradecido a usted y a nuestro maestro Samael Aun Weor.