Muy queridos lectores/as:
Hoy os hago llegar estas palabras del Avatara derivadas de una entrevista que le hice al V.M. Samael Aun Weor hace mucho tiempo, hela aquí:
SAMAEL AUN WEOR NO ES UN PSEUDÓNIMO
«Pregunta. Venerable Maestro: ¿Qué es un Cosmocrator?
Maestro. Un individuo sagrado perteneciente al Ejército de los Cosmocratores de la aurora del Maha-Manvantara.
Pregunta. ¿Por qué en los diccionarios esotéricos figura SAMAEL como un Cosmocrator?
Maestro. Porque mi REAL SER INTERIOR PROFUNDO sí lo es, pero en cuanto a mí, como persona, me considero un vil gusano de la tierra, algo que no tiene la menor importancia. Pero si quiere citarse a MI DIOS INTERIOR PROFUNDO, Él sí es un Cosmocrator».
─Las respuestas que dio un Lama, Samael Aun Weor─.
Pregunta. Venerable Maestro, muchos piensan que SAMAEL es un pseudónimo y que su verdadero nombre es otro…
Maestro. Les voy a decir una gran verdad: resulta que Samael no es un pseudónimo ni mucho menos. Hay la creencia en todos de que es un pseudónimo; realmente yo soy SAMAEL.
Ustedes habrán oído y leído, en Kábala, que se habla de Samael y se le define como el regente del planeta Marte, como un Ángel, y se le define también como un demonio. Bueno, la cruda realidad de los hechos es que YO SOY SAMAEL y digo con toda franqueza: lo soy. Si me tocara ir al paredón de fusilamiento por decir quién soy, con mucho gusto tengo el valor de ir; de manera que no tengo ningún pseudónimo…
¿Por qué se dice que primero fui un Ángel y después un demonio? Sencillamente porque en la meseta central del Asia, cuando comenzó la raza Aria a existir sobre la faz de la tierra, entonces cometí el error del conde Zanoni. Yo tenía cuerpo inmortal, es decir, de Lemures; yo vi hundirse a la Lemuria a través de 10.000 años, entre el océano Pacífico; conocí la Atlántida y acompañé al Manú Vaivasvata en su éxodo; entonces huimos de la Atlántida con el PUEBLO SELECTO rumbo a la meseta central del Asia. Yo conservaba el mismo cuerpo físico.
Desafortunadamente, repito, cometí un error en el antiguo continente asiático, en los Himalayas. Allí había distintos reinos y yo me fui a uno de esos reinos junto con todos aquellos que habían logrado salvarse de la catástrofe atlante. Se me había prohibido tomar esposa ─porque a los HIJOS DE LOS DIOSES se les tiene prohibido tomar mujer, ya no la necesitábamos─, pero yo no obedecí y fallé por ese lado. Entonces tomé esposa. Como resultado, mi Divina Madre me llevó a una caverna profunda y me mostró la suerte que me aguardaba. Vi lluvias, lágrimas, lodo, enfermedades, miseria; me vi como un judío errante por todos los pueblos de la tierra…
Le pedí perdón mas no valió ya: ¡había metido la pata! Conclusión: ya caído, me quitaron aquel cuerpo espléndido de la Lemuria, inmortal, y quedé sometido a la rueda de nacimientos y muertes como cualquier hijo de vecina, como cualquiera…
Por eso digo: mi Real Ser es, ciertamente, la Mónada, regente del planeta Marte. En cuanto a mí, me había convertido en Bodhisattva caído, convertido en verdadero diablo. Andaba muy mal, de capa caída, mas en esta existencia comprendí la necesidad de eliminar todos los agregados psíquicos y de realizar la Gran Obra y de volver al Padre.
De manera que estoy hablándoles a ustedes con el corazón en la mano: soy SAMAEL AUN WEOR, es el nombre mío como Bodhisattva. SAMAEL es el nombre de mi Mónada…
Estoy consciente del amanecer de la vida; yo asistí a la aurora de la creación; estoy aquí, con la humanidad, desde que rayara la aurora, desde que el corazón del Sistema Solar comenzó a palpitar después de la noche profunda del Gran Pralaya.
Vine aquí porque me mandó mi Dios interior profundo, mi Padre que está en secreto, con el propósito de servir a la humanidad, y creo que estoy sirviendo, estoy trabajando por la humanidad. Permanecí unos cuantos siglos caído, ¡cómo no!, pero gracias a Dios ya me levanté del lodo de la tierra y estoy dedicado a hacer la Gran Obra del Padre.
Así pues, yo digo lo que he experimentado.
Estoy metido dentro de este cuerpo para ayudar a la humanidad. Pero en nombre de la verdad les digo: ¡SOY EL ARCÁNGEL SAMAEL…! Si los necios no creen no me importa, si se ríen tampoco me importa: yo cumplo con decir lo que soy sin importarme si creen, si no creen, si ríen, si dudan… ¡Allá ellos! A mí lo único que me toca es decir lo que soy cuando se me interroga y enseñar la doctrina, que es una orden del Padre, de mi Padre que está en secreto…
Ahora les voy a contar algo extraordinario. Cuando yo reconquisté en mi presente existencia ─digo reconquisté porque ya les conté que andaba de Bodhisattva caído, que tuve que luchar para volver a levantarme─ el grado de Adepto CALIFICADO, obviamente fui recibido en el Mundo Causal, porque en el Mundo Causal está el templo de la Gran Logia Blanca… Dentro del templo, los Adeptos hicieron desfiles completamente militarizados; todos me saludaron con el saludo gnóstico; los movimientos dentro del templo fueron completamente militarizados. Desfilaron ante mi insignificante persona que nada vale únicamente para darme la bienvenida, para recibirme como lo hacen con cualquier Adepto que sea recibido en esa región.
La transmisión se hizo telepática. No vi una sola sonrisa en todos los Adeptos. Allí había Adeptos chinos, alemanes, ingleses, franceses y de todas partes del mundo, Adeptos que están trabajando en la Gran Obra del Padre… Mas no había una sola sonrisa en ninguno, había en todos ellos una seriedad tremenda.
Telepáticamente se me hizo toda la transmisión; sin palabras, se me dijo del gran acontecimiento que va a haber y que está ya a las puertas, de los millones de seres humanos que van a perecer por el fuego, el agua y los terremotos, de las guerras que vendrán antes, del hambre que nos aguarda, de las epidemias, de la terrible desolación… Total, en ellos no había nada de alegría ni sonrisas, no había tiempo para sonreír sino una severidad terrible… Se me hizo entender la gran responsabilidad que pesa sobre mis hombros, cual es la de guiar al Ejército de Salvación Mundial. Así lo entendí. La transmisión fue telepática.
También se me dijo que “nave que no anduviera, sería cortada”, es decir, que si a un grupo gnóstico de pronto le diera por entregarse, dijéramos, a la negligencia, a no hacer aplicación de la enseñanza, por flaquear, en una palabra, ese grupo sería cortado, se le quitaría la fuerza psíquica a ese grupo ─la fuerza terrible de los mundos superiores─ y fracasaría ese grupo.
Así pues, se necesita establecer un ejército, y antes de que venga la gran catástrofe, ese ejército tiene que ser sacado secretamente, llevado a un lugar. Yo sé cuál es ese lugar, pero si lo digo perjudicaría a la obra del Padre. En ese lugar no les va a pasar nada. Serán llevados los hermanos de ese ejército, los hermanos que de verdad demuestren que están trabajando sobre sí mismos, serán llevados a ese lugar en su hora, en su día; en su momento se les dará el aviso: «¡Hermanos: ha llegado el momento!», y nos reuniremos para ir a ese lugar, desde donde contemplaremos el duelo del fuego y el agua durante siglos; padres e hijos, todos, debemos contemplar ese duelo.
Después de dos siglos, cuando del fondo de los mares salgan nuevas tierras, en esas nuevas tierras irá a vivir ese grupo selecto y se convertirá en el núcleo de la futura Sexta Gran Raza Raíz. Obviamente, en ese intervalo, la Tierra estará envuelta en fuego y vapor de agua; durante ese intervalo habrá que acabar de disolver el Ego, porque en la nueva Edad, en la Edad de Oro, no se le dará cuerpo físico a alguien que tenga Ego, porque uno solo que tuviera Ego, ese acabaría con la Edad de Oro, corrompería la Edad de Oro, la dañaría, esa es la cruda realidad… En la Edad de Oro no habría fronteras; será una tierra transformada, una tierra regenerada.
Esto que estoy diciéndoles a ustedes está simbolizado por el TORO ALADO, ese toro con alas símbolo de una tierra regenerada, símbolo del evangelio según San Lucas, que es el evangelio según la Luz, el evangelio solar, el evangelio para la futura Edad de Oro.
La Edad de Oro no será dentro de unos tantos millones de años, no: es ahora, en Acuario, y ya estamos en Acuario. Nostradamus dice: “Bajo Acuario viene la Edad de Oro” y Nostradamus no se equivocó jamás…
Además, los hechos son los hechos: ya Hercólubus está a la vista de los telescopios, entonces ¿qué más queremos?
Así pues que el objetivo de estos estudios es precisamente ese: preparar un grupo de gentes que sirvan de núcleo para la futura Raza Raíz; eso es lo fundamental… Si ustedes cooperan con el Sol, si trabajan sobre sí mismos, podrán formar parte de ese núcleo.
Está a las puertas la catástrofe, pero las gentes, oyendo, no oyen, y viendo, no ven…
Hace muchísimos años, cuando yo era muy joven, me revelaron en los mundos superiores esto que les estoy aquí diciendo; entonces supe que me tocaba cumplir esta misión, y me veía así, ante ustedes, delante de los grupos, diciéndoles esto que estoy diciendo ahora, y veía también, con mi facultad clarividente, a Hercólubus; me veía, a través del tiempo, como más tarde me tocaría hablarles a las gentes, decirles esto; veía que muchos me creían y que muchos otros me ponían atención pero no me creían, dudaban de mí, se reían; me veía también en las calles, hablándoles a las gentes pero no me creían. Mas al fin llegó la catástrofe y acabó con todos, de manera que lo que estoy diciéndoles a ustedes se cumplirá. Así les decía yo a los atlantes y se reían. El día en que se vieron “metidos en la bolsa”, como decimos por allí, quisieron seguirnos para ver si se salvaban, pero nos fuimos antes de que despertaran……..
SAMAEL AUN WEOR
Os acoto ahora unas frases para la reflexión, queridos amigos:
«Ciertos presentimientos que impresionan al alma son, a veces, el presagio de lo que se teme».
Pío X
«En todas las cosas el éxito depende de la preparación; sin preparación siempre sobrevendrá el fracaso. Cuando lo que ha de ser dicho ha sido previamente determinado, no habrá dificultad en llevarlo a cabo. Cuando una línea de conducta se determina previamente, no habrá ocasión para vejaciones. Cuando los principios generadores han sido determinados previamente, no existirán perplejidades sobre lo que hacer».
Confucio
«La prudencia es más fuerte que una pared, porque ni se desploma ni puede ser minada».
Antístenes
«Los pueblos serán felices cuando sean gobernados por hombres prudentes y juiciosos».
Platón
«Entiende que en dolor se te prueba para que no te abatas, entiende que se te prueba en la prosperidad para que no te exaltes».
San Isidoro
SEAN CON TODOS VOSOTROS LAS ETERNAS BENDICIONES DE PARABRAHMAN.
KWEN KHAN KHU