Muy apreciados amigos y amigas lectores/as:
Me permito haceros llegar, en esta oportunidad, unas palabras que me resultan importantes para ser transmitidas a todos vosotros y que están en referencia con…
…LOS TRABAJOS SECRETOS QUE, FINALMENTE, PERMITIERON A HÉRCULES SU TOTAL LIBERACIÓN
Mucho es lo que se ha hablado y escrito acerca de los doce Trabajos del Hércules mitológico, el Héroe Solar. Este ha sido el prototipo del hombre autorrealizado sobre el que se ha escrito en las doradas páginas de la Kábala gnóstica milenaria. El mismo Mircea Elíade ─gran ocultista rumano y discípulo de Sivananda─ llegó a decir muy atinadamente que la mitología era la verdadera historia de la humanidad, aunque para los analistas intelectualoides las palabras de este gran investigador no tengan trascendencia. La cruda realidad nos dice que aquello que no se puede expresar mediante narraciones comunes y corrientes, viene a ser sumamente fácil hacerlo si tal expresión la realizamos a través del mito.
Tal es el caso de Hércules, el héroe griego a quien se encomendaron doce trabajos terribles para poder otorgarle de nuevo la gracia de volver al reino del Olimpo, es decir, para volver al reino de la Conciencia tal y como lo pregona la Gnosis. Empero, compañeras y compañeros, es importantísimo saber que más allá de los redichos doce trabajos,la mitología enfatiza que este Hombre Solar tuvo que llevar a cabo otros trabajos o tareas que pocos conocen, los cuales estarían, inclusive, más allá del currículo de la Maestría, entendida esta última como la escalada de las Tres Montañas esotéricas mencionadas por el Gnosticismo contemporáneo gracias a la pluma y a la experiencia metafísica del V.M. Samael Aun Weor.
Antes de entrar en detalles, permitidme acotaros unos comentarios que considero también relevantes en esta materia, veamos:
Aventuras en el reino de Ónfale
Una vez purificado, se dirigió al oráculo de Delfos en busca de ayuda para curarse de sus accesos de ira. Al negarse la pitonisa a atenderlo por haber matado a Ífito, Hércules, airado, se apoderó del trípode de Apolo sobre el que la pitonisa se sentaba.
El Dios Apolo, indignado, acudió para evitar el robo del trípode sagrado y luchó con Hércules hasta que Zeus separó a los combatientes con un rayo y los obligó a hacer las paces. A continuación, la pitonisa accedió a los deseos de Hércules y profetizó que para librarse de su aflicción este debería venderse como esclavo durante tres años y entregar el dinero de la venta a la familia de Ífito. Fue vendido por Hermes a la reina de Lidia, Ónfale, como un esclavo sin nombre. La reina y nueva ama del héroe lo sometió a todo tipo de ultrajes: lo vistió con largos ropajes femeninos, lo obligó a hilar a sus pies como cualquier doncella… A pesar del maltrato puede decirse que existía amor entre Hércules y la reina, y que el amor de esta se llegó a hacer tan enfermizo que llevó al héroe a esta situación tan poco digna.
En este periodo, Hércules se enfrentó a los cercopes mellizos Pásalo y Acmón, que, transformados en moscas, le impedían dormir con su incesante zumbido; luchó contra Sileo, que obligaba a los extranjeros a trabajar en sus tierras; arrasó la ciudad de los lidios cuando estos comenzaron a saquear el territorio de Ónfale; venció al rey Litierses de Celenes en una competición en la que el rey decapitaba a los perdedores; junto al río Safaris mató a una gigantesca serpiente que atacaba a los sirvientes y a las cosechas de Ónfale. Con esta reina Hércules tuvo a Lamo, a Agelao y a Laomedonte.
Transcurrido el tiempo pactado y después de librar las posesiones de la monarca de bandidos y monstruos, la reina comenzó a sospechar que este esclavo sin nombre no era otro que el famoso Hércules, así que lo liberó muy satisfecha, colmándolo de regalos a su partida.
A su regreso se enteró de las historias que contaban sobre él. Que arrumbó la piel de león y se vestía como una dama, con grandes collares, pulseras y turbante femenino. También decían que la señora lo regañaba y se ponía a llorar, todo ridiculizando su varonil fuerza ante las modalidades femeninas.
Como podemos ver, amigos y amigas, las aventuras o trabajos del Hércules mítico no terminaron cumpliendo aquellos doce trabajos que le habían sido impuestos, no, pues a causa de una serie de circunstancias necesitó ser purificado y terminó, para colmo, siendo vendido por Hermes a una reina de Lidia llamada Onfalia. Muy curiosamente, esta reina lo compró como esclavo sin nombre y, como si fuera poco, lo sometió a ultrajes de diversa índole, hasta obligarlo a llevar vestimentas de mujer y a realizar, asimismo, tareas propias del sexo femenino. Muchas ilustraciones pictóricas muestran, desde siglos pasados, estos hechos que van más allá de aquellas maromas que hubo de realizar el Héroe Solar en uno de aquellos doce trabajos, concretamente cuando debía robarle el cinto a Hipólita, la reina de las amazonas…
En estas ilustraciones de las que hablamos podemos ver a Hércules vestido de monja, vestido como una mujer que hace de hilandera para la reina, etc., etc., etc.
Todas estas cosas, queridos amigos/as, nos retrotraen al recuerdo de algo que nos dice la Kábala gnóstica desde hace milenios. La Kábala nos comenta que el término Adán significa «hombre hecho de tierra roja», y las Sagradas Escrituras nos recuerdan que Dios hizo al hombre con el polvo de la tierra.Empero, cuando se nos dice que se trataba de tierra roja se nos hace hincapié acerca del Adán Solus ─el Adán andrógino existente antes de la caída angélica, el Adán que no había cometido el pecado original─. La tierra roja es el Mercurio Azufrado o la Tintura Roja que la ciencia de la Alquimia nos enseña en sus tratados.
Empero, en otra lectura kabalística se nos señala a Adán como hombre sujeto o subyugado al himen femenino… ¡¡Enigmas… Enigmas… Enigmas…!!
Todas estas concomitancias nos invitan a la reflexión, pues podríamos decir sin temor a equivocarnos que la verdadera liberación para el Hombre Solar solo adviene al mismo cuando este retoma su androginismo original,y es por tal razón que se muestra al Hércules mitológico humillándose al máximo para conseguir tal propósito. Todo esto implica, obviamente, la desintegración de toda forma de residuos de aquellos elementos inhumanos ─agregados psicológicos─ conectados al machismo propio del humanoide racional de nuestros días. Curiosamente, me permito comentaros una situación que, personalmente, me tocó vivir en los aposentos del nuestro Venerable Patriarca: Samael Aun Weor…
Nos encontrábamos un grupo de discípulos a los pies del Avatara de Acuario, V.M. Samael Aun Weor. Estábamos muy a gusto realizándole al Maestro un sinfín de preguntas doctrinarias cuando de pronto se acercó a nosotros la esposa del mismo. Ella habló para decirnos a todos: «¡Bueno, bueno, quítense de aquí, váyanse a otra parte porque necesito barrer esta sala!». Inmediatamente, el V.M. Samael nos dijo a todos: «Pues vámonos hacia aquel otro sitio, hermanos, y allí seguimos hablando…». Empero, cuando ya estábamos en ese otro sitio continuando nuestro ritmo de preguntas, volvió aquella señora para repetirnos: «¡¡Bueno, cojan otro lado de la casa porque aquí necesito también barrer!!». El Maestro Samael volvió a trasladarse junto con los que estábamos allí hacia ese otro lugar que nos indicaba su esposa.
Nuevamente, por tercera vez, aquella señora y su escoba se presentaron delante de nosotros para repetirnos que nos teníamos que trasladar a otro lugar de la casa. Pero en esta ocasión, antes de movernos, uno de los que estábamos allí reunidos tomó la palabra para preguntar al Maestro:
Discípulo: Maestro, ¡usted es el Avatara de Acuario! ¿Cierto?
Maestro: Así es, hermano, así es.
Discípulo: Maestro, su SER es el Logos de Marte. ¿Es así?
Maestro: Ciertamente, hermano, ciertamente…
Discípulo: Maestro, su Real SER es un Cosmocrator. ¿Cierto?
Maestro: Sí, Él es un Cosmocrator.
Discípulo: Maestro, usted ya ha logrado recoger su Piedra Filosofal. ¿Así es?
Maestro: ¡Así es, hermano, así es!
Discípulo: Entonces, Maestro, ¿por qué esta mujer le da órdenes a usted?
Maestro: ¡Aaaahhh, mis hermanos!, hay cosas en este camino que si se las explicara a ustedes tal vez no las entenderían…..
En realidad, caro lector, aquella respuesta nos dejó a todos intrigados y hoy venimos a entender todos los misterios que se encierran en la Gran Obra interior. Existen, pues, muchos recovecos en la fabricación de la Piedra Filosofal y necesitamos estar bien muertos ─psicológicamente hablando─ para poder culminarla con éxito. El que tenga oídos que oiga y el que tenga ojos que vea porque aquí hay sabiduría…..
Me dispongo ahora a ofreceros unas frases para la reflexión:
«El único medio de conservar el hombre su libertad es estar siempre dispuesto a morir por ella».
Diógenes
«La libertad es el mayor de los bienes».
Ovidio
«No hay oro bastante para comprar la libertad».
Esopo
«Esta es la última conclusión de la sabiduría: merece la libertad y la vida solamente el que debe conquistarlas cada día».
Goethe
«La libertad suele ir vestida de harapos, pero aun así es muy bella, más bella que todas las libreas de oro y plata».
Amado Nervo
JUCUNDI ACTI LABORES.
─‘Placenteros son los trabajos hechos’─.
KWEN KHAN KHU