Amados lectores:
Con enorme satisfacción os hago llegar las siguientes:
PALABRAS DE JESÚS EL CRISTO
─Comentadas por el V.M. Samael en el MANIFIESTO GNÓSTICO publicado en el año 1971─.
«“Y cuando oigáis de guerras y de sediciones, no os alarméis, porque es necesario que estas cosas acontezcan primero; pero el fin no será inmediatamente”.
En todo existe un proceso.
“Entonces les dijo: Se levantará nación contra nación y reino contra reino”.
Es obvio que esto lo estamos viviendo ya.
“Y habrá grandes terremotos, y en diferentes lugares hambre y pestilencias, y habrá terror y grandes señales en el cielo”.
Los terremotos en serie apocalíptica han comenzado y, por doquiera, hambres y enfermedades desconocidas y conocidas; el terror ha sido espantoso en diversos lugares y ya vemos grandes señales en el cielo, naves cósmicas extraterrestres y misteriosos fenómenos siderales.
“Entonces habrá señales en el Sol, en la Luna y en las estrellas, y en la Tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas”.
Olas gigantescas azotarán las playas y de entre las profundidades oceánicas saldrá un extraño sonido.
Las guerras atómicas y el abuso de la energía nuclear producirán la descomposición del átomo en cadena y los científicos no podrán controlar la energía atómica. El resultado de todo esto será espantoso porque entonces quedarán desatadas todas las potencias destructivas de la naturaleza, intensificándose los maremotos y terremotos, y no habrá remedio.
“De cierto, de cierto os digo que no pasará esta generación [esta raza] hasta que todo esto acontezca”.
Todos los acontecimientos de los tiempos del fin se cerrarán con una colisión ─magnética─ de mundos, la Tierra chocará ─magnéticamente─ con otro planeta inevitablemente…
Después de ese apocalíptico suceso solo habrá un caos, fuego y vapor de agua; nuestro mundo pasará por una gigantesca transformación antes de volver a ser habitado…
La semilla será salvada con el propósito de crear la futura Sexta Gran Raza, que habitará en una tierra nueva…
Pedro, el gran discípulo de Jesús el Cristo, dijo:
“El día del Señor vendrá como ladrón en la noche, en el cual los cielos pasarán con gran estruendo y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas”.
Continúa Pedro diciéndonos:
“Esperando y apresurándoos para la venida de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán.
Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia”.
Es obvio que tales cielos y tierra nuevos solo serán posibles después del gigantesco cataclismo que se avecina. Quiero referirme a la colisión de mundos con la cual concluirán todas las catástrofes mundiales.
A todos nosotros solo se nos han asignado CIENTO OCHO VIDAS. Quienes llegan a la última sin haberse AUTORREALIZADO ingresan al REINO MINERAL SUMERGIDO para retroceder, involucionar en el tiempo hasta reducirse a polvareda cósmica después de haber sufrido muchísimo.
Un hombre que ha empezado a adivinar el GRAN SECRETO, el trabajo en LA NOVENA ESFERA, debe ser firme y trabajar en la FRAGUA ENCENDIDA DE VULCANO ─EL SEXO─ porque, de otra manera, se vuelve en su contra, es un secreto muy peligroso.
Cuando alguien se ha dado cuenta de dicho secreto, debe ir adelante o caer. Cuando uno encuentra el secreto u oye hablar de él tiene solamente dos o tres o muy pocas vidas más y luego DEJA DE NACER para entrar a esos MUNDOS INFIERNOS citados sabiamente en el LIBRO TIBETANO DE LOS MUERTOS.
El reino mineral sumergido está simbolizado por todos los infiernos religiosos. Recordemos el TÁRTARUS GRIEGO, el AVERNO ROMANO, el INFIERNO CRISTIANO, el famoso AMENTI EGIPCIO, representado en el plano cosmológico de la GRAN PIRÁMIDE por una cámara tenebrosa, pétrea, obscura, a cien pies bajo la superficie de la tierra, cuyo piso se dejó informe y de la cual un pasadizo final conduce a ninguna parte.
Quienes, desgraciadamente, ingresan a LOS MUNDOS INFIERNOS retroceden, involucionan en esas regiones sumergidas pasando por los estados animal, vegetal y mineral a través de muy largos períodos de tiempo. Quienes ingresan a LOS MUNDOS INFIERNOS deben permanecer allí hasta obtener la EMANCIPACIÓN FINAL después de haber sufrido mucho.
El proceso de INVOLUCIÓN, o retroceso, en LOS MUNDOS INFIERNOS es desintegrar el EGO y los CUERPOS LUNARES para liberar la ESENCIA, el ALMA. El descenso en los MUNDOS INFIERNOS es, fuera de toda duda, un viaje terrible hacia atrás por el SUBMUNDO, un hundimiento en densidades siempre crecientes de horrible materialidad, una caída hacia atrás a través de las eternidades y de los siglos hacia el CAOS PRIMITIVO. Así, mediante esos horribles procesos, se libera el ALMA en el SUBMUNDO, SE REPARA O RESTAURA LA PRÍSTINA PUREZA DEL MATERIAL PSÍQUICO, QUEDANDO DISPONIBLE para retornar con nuevas oleadas de vida a las infinitas manifestaciones de la naturaleza.
¡Paz Inverencial!».
SAMAEL AUN WEOR
Reflexionemos, querido lector, en las siguientes frases:
«Defender o negar nuestros defectos cuando se nos reprende es aumentarlos».
La Rochefoucauld
«El peor de los defectos es imaginarse exentos de ellos».
Bottach
«A veces cuesta mucho más eliminar un solo defecto que adquirir cien virtudes».
La Bruyère
«Más celo da a la maldad la virtud que el vicio».
Eurípides
TV NE CEDE MALIS.
─‘No cedas a los errores’─.
Kwen Khan Khu