La templanza

La templanza

La templanza 850 480 V.M. Kwen Khan Khu

Muy queridos amigos y amigas:

Con inmenso placer os hago llegar la explicación de este grabado que lleva por título:

LA TEMPLANZA

Este grabado fue realizado por Pieter Brueghel el Viejo entre los años 1526 y 1569. En realidad se trató de una serie de grabados que en su tiempo fueron bautizados como el mundo de las siete virtudes.

Unos comentarios importantes:

«Las religiones definen a los siete pecados capitales y a sus opuestos, las virtudes: la ira y la serenidad; la codicia y la mesura; la lujuria y la castidad; la gula y la templanza; la envidia y el altruismo; la pereza y la voluntad; el orgullo y la humildad.

Pero también se habla de las siete virtudes probablemente en el sentido de características que deben acompañar y animar a un alma en su camino espiritual. Y son también siete, cuatro que la filosofía clásica ─Platón─ nombra «virtudes cardinales» ─del latín cardinalis que significa ‘principal’ o ‘fundamental’─: la prudencia, la justicia, la fuerza y la templanza, asimiladas por la teología cristiana, que añadirá otras tres, denominadas «virtudes teológicas»: la fe, la esperanza y la caridad ─el amor─.

Se dice, asimismo, que las cuatro primeras se consideran fundamentales porque restauran en uno la «normalidad» o la auténtica humanidad, para luego desarrollar las otras tres que son dones divinos y que unen la parte humana con la parte divina».

Empero, bueno es saber que en este grabado no se nos enfatiza la necesidad de una virtud meramente moral y tampoco como la templanza contraria a la gula, sino más bien sobre la necesidad de la templanza en el ARTE ALQUÍMICO.

Existen algunos comentarios interesantes que apoyan esta idea:

«En la antigüedad, la templanza se identificó mediante la palabra soprhosyne, la cual normalmente implicaba autocontrol o castidad más que moderación, robustez de la mente, autoconocimiento… En otros idiomas no hay una sola palabra que sea un equivalente simple ─para soprhosyne─, pero a veces se traduce como la prudencia, el autocontrol, la moderación o la templanza.

Ya en época carolingia, la templanza portaba una antorcha y vertía agua con una jarra….. La presencia de estos atributos nos remite a fuentes patrísticas, pues Julianus Pomerius ─un sacerdote cristiano en la Galia del siglo V─ nos explica que la principal actividad de la templanza consiste en extinguir las llamas de la pasión: Ignem libidinosae voluptatis extinguit / Ella ─la templanza─ apaga el fuego del placer lujurioso».

Descripción de los personajes:

En la parte superior, en el lado izquierdo del grabado, es fácil apreciar una pareja que se encuentra en una escena en un teatro con público y orquesta. Estos son los dos protagonistas de la historia y los protagonistas de la Gran Obra. A la derecha vemos dos columnas: una que varios personajes miden con un montón de instrumentos ─escuadra, compás, alambre de plomo, etc., etc.─, y la otra columna que, por la mitad, está cubierta por las nubes de una noche estrellada, con un sol y una luna en el firmamento. Allí se alude al macrocosmos ─el universo─ y la Tierra representa al microcosmos. Ambos cosmos se corresponden entre sí porque lo que es arriba es como lo que está abajo y viceversa, lo que está abajo es como lo que está arriba. Todo está controlado por el Sol y la Luna, referencia primordial al Arché gnóstico constituido por las dos substancias primordiales ─Azufre y Mercurio─. He allí la razón por la cual vemos dos hombres intentando medir al universo y al globo terrestre, pues hay necesidad de saber que todas las leyes del universo están contenidas también en el ser humano.

Estas dos columnas señalan la necesidad de ser creadas en nuestro interior mediante gran industria, es decir, con mucha paciencia y teniendo en cuenta los fundamentos de la obra alquímica. Ambas columnas señalan claramente al AZUFRE y al MERCURIO de la Filosofía Secreta.

Muy interesante es la piedra en la que está dibujado un hombre y que un trabajador mide con una escuadra. Todos estos hombrecillos que vemos en este grabado representan a las diversas partes del SER ayudándonos en la cristalización de nuestra Piedra. En este minucioso trabajo hemos siempre de permanecer en el RECTO SENTIR, RECTO PENSAR y RECTO ACTUAR; eso es lo que representa la escuadra.

La divina mujer que aparece en el centro del grabado y tiene bordado en sus ropas el nombre TEMPERANTIA ─alusión a la temperancia─, está de pie sobre el aspa de un molino de viento ─para señalar que en este trabajo entra en acción el arte de saber respirar─ y sostiene con su mano derecha una brida colocada sobre su boca. Esto último nos indica la necesidad de mantener siempre moderado el verbo, la palabra. La acompañan otros muchos símbolos: un reloj sobre la cabeza, el cual señala los tiempos y tiempos del trabajo interior. Ella lleva también dos llaves en la mano izquierda, las cuales alegorizan nuevamente al Azufre y al Mercurio de los sabios. Porta también un libro junto al hombro izquierdo. Este libro marca las reglas del arte hermético y ello está corroborado por una regla que aparece junto a ella. Junto a esta regla observamos una base de una columna y una esfera. La base de la columna nos indica que necesitamos tener buenas bases éticas para triunfar en nuestro propósito, y la miniesfera nos recuerda al caos primordial seminal que ha de ser transformado y transmutado.

En la parte inferior derecha hay un grupo de discípulos ─partes de nuestro SER─ estudiando en un libro en el que está escrito A, B, C, D…, como un alfabeto, significando probablemente los fundamentos del arte alquímico Un poco más arriba hay dos personajes intentando cazar un pájaro que está sobre la cúpula de una iglesia, uno con un arco y el otro con un rifle, y junto a ellos dos cañones de guerra y municiones. Estos cañones reflejan las grandes luchas que necesitamos mantener hasta alcanzar nuestros objetivos. Todo esto último es para mostrarnos que debemos cazar al elemento volátil ─el Mercurio─ de alguna manera, ya sea con el arco ─que al ser trenzado alude al triángulo, que simboliza a las tres fuerzas primarias de la creación─ o con el auxilio de un arma de fuego ─alusiva al fuego del erotismo─.

Finalmente, apreciamos una frase escrita en latín:

«VIDENDVM, VT NEC VOLVPTATI DEDITI PRODIGI ET LVXVRIOSI APPAREAMVS, NEC AVARA TENACITATE SORDIDI AVT OBSCVRI EXISTAMVS».

Traducida nos quiere decir:

‘HAY QUE VERLO PARA QUE NI ENTREGADOS A LA VOLUPTUOSIDAD APAREZCAMOS DISOLUTOS Y LUJURIOSOS, NI POR MEZQUINA AVARICIA EXISTAMOS DESPRECIABLES O TENEBROSOS’.

Debemos cuidar de que, dedicándonos a la voluptuosidad, no nos volvamos derrochadores y lujuriosos, pero también de que, debido a la codicia mezquina, no vivamos en la inmundicia y la ignorancia. El arte hermético precisa ser practicado por amor hacia la divinidad, volcando nuestra voluptuosidad hacia lo sagrado y evitando andar codiciando poderes materiales o espirituales que nos hagan mezquinos.

Nuestros lectores deben observar asimismo que en este grabado, en la parte central derecha del mismo, se puede apreciar al alquimista negociando su trabajo con representantes de la Ley. Uno de estos personajes que están abogando por el alquimista ante la Gran Ley lleva cargada de la cintura una bolsa con monedas de oro. Indudablemente que se trata de dharma que ha de ser utilizado para no ser detenidos en nuestra marcha.

Por otra parte, en la parte central izquierda vemos una especie de coral que está cantando y detrás del mismo se aprecian personas tocando instrumentos musicales. Hay que saber que muchos tratadistas del ARS MAGNA relacionan al trabajo de la Piedra Filosofal con la música. Por ello en muchos relieves de muchas catedrales góticas es fácil observar ángeles tocando violines o en actitud de cantar.

Asimismo, en la parte inferior izquierda del grabado se aprecia un hombre que lleva en sus manos un FUELLE. Este instrumento recuerda a LOS SOPLADORES, adjetivo que se usaba en la Edad Media para señalar a los alquimistas.

Por su parte, otros dos alquimistas se hallan trazando planes sobre una mesa, todo lo cual nos da a entender que necesitamos conocer el Camino Esotérico y por ello necesitamos de una ruta que los tratados nos irán mostrando para llegar a nuestra meta.

Os anexo ahora unas frases para ser reflexionadas:

«¿Quieres ser rico? Pues no te afanes en aumentar tus bienes sino en disminuir tu codicia.
Epicuro

«Los que codician muchas cosas necesitarán muchas más».
Horacio

«La codicia de las riquezas ha esclavizado a los hombres al punto de que parece que estos no posean las riquezas sino que sean poseídos por ellas».
Plinio el joven

«La codicia coge y ciega todas las potencias».
Vicente Espinel

«La codicia trae consigo voluntad determinada de hacer el mal».
Padre Mariana

HIC ET NUNC.
─‘Aquí y ahora’─.
KWEN KHAN KHU