Las Siete Iglesias - Samael Aun Weor

Las Siete Iglesias

Las Siete Iglesias 850 480 V.M. Samael Aun Weor

El hombre es un trío de cuerpo, Alma y Espíritu. Entre el Espíritu y el cuerpo existe un mediador. Éste es el Alma.  

Los gnósticos sabemos que el Alma está vestida con un traje maravilloso. Ése es el Cuerpo Astral. Ya sabemos, por nues­tros estudios gnósticos, que el astral es un doble organismo dotado de maravillosos sentidos internos.  

Los grandes clarividentes nos hablan de los siete chakras, y el señor Leadbeater los describe con lujo de detalles. Estos chakras son realmente los sentidos del cuerpo astral. Dichos centros magnéticos se encuentran en íntima correlación con las glándulas de secreción interna.  

En el laboratorio del organismo humano existen siete ingre­dientes sometidos a un triple control nervioso. Los nervios, como agentes de la Ley del Triángulo, controlan al Septenario Glandular. Los tres controles nerviosos diferentes que interactúan entre sí, son los siguientes: primero, el sistema nervioso cerebro-espinal, agen­te de las funciones conscientes; segundo, el sistema nervioso gran simpático, agente de las funciones subconscientes, inconscientes e instintivas; tercero, el sistema parasimpático o vago, quien colabora frenando las funciones instintivas bajo la dirección de la mente.  

El sistema cerebro-espinal es el trono del Espíritu Divino. El sistema gran simpático es el vehículo del Astral. El vago o pa­rasimpático obedece las órdenes de la mente. Tres Rayos y siete centros magnéticos son la base para cualquier Cosmos, tanto en lo infinitamente grande, como en lo infinitamente pequeño. «Tal como es arriba es abajo». 

Las siete glándulas más importantes del organismo humano constituyen los siete laboratorios controlados por la Ley del Triángu­lo. Cada una de estas glándulas tiene su exponente en un chakra del organismo. Cada uno de los siete chakras se halla radicado en ínti­ma correlación con las Siete Iglesias de la médula espinal. Las Siete Iglesias de la espina dorsal controlan los siete chakras del sistema nervioso gran simpático.  

Las Siete Iglesias entran en intensa actividad con el ascenso del KUNDALINI a lo largo del canal medular. El Kundalini mora en los electrones. Los sabios meditan en él, los devotos lo adoran, y en los hogares donde reina el Matrimonio Perfecto se trabaja con él prácticamente. 

El Kundalini es el Fuego Solar encerrado en los átomos seminales, la substancia electrónica ardiente del Sol que, cuan­do es liberada, nos transforma en Dioses terriblemente divinos.  

Los fuegos del corazón controlan el ascenso del Kun­dalini por el canal medular. El Kundalini se desarrolla, evolu­ciona y progresa de acuerdo con los méritos del corazón. El Kundalini es la energía primordial encerrada en la Iglesia de Éfeso. Esta Iglesia se encuentra dos dedos sobre el ano y dos dedos debajo de los órganos genitales.  

La divina Serpiente de Fuego dormita dentro de su Iglesia, enroscada tres veces y media. Cuando los Átomos Solares y Lunares hacen contacto en el TRIVENI, cerca del coxis, despierta el Kunda­lini, la Serpiente Ígnea de nuestros mágicos poderes. Conforme la Serpiente sube por el canal medular pone en actividad cada una de las Siete Iglesias.  

Los chakras de las gónadas –glándulas sexuales– están dirigi­dos por Urano, y la glándula pineal, situada en la parte superior del cerebro, está controlada por Neptuno. Entre este par de glándulas existe una íntima correlación, y el Kundalini debe conectarlas con el Fuego Sagrado para lograr la Realización a fondo. La Iglesia de Éfeso es un loto con cuatro pétalos esplendorosos. Esta Iglesia tiene la bri­llantez de diez millones de soles. La Tierra Elemental de los Sabios es conquistada con el poder de esta Iglesia.  

El ascenso del Kundalini a la región de la próstata pone en actividad los seis pétalos de la Iglesia de Esmirna. Esta Iglesia nos confiere el poder de dominar las aguas elementales de la vida, y la dicha de crear.  

Cuando la Serpiente Sagrada llega a la región del ombligo po­demos dominar los volcanes, porque el fuego elemental de los sabios corresponde a la Iglesia de Pérgamo, situada en el plexo solar. Dicho centro controla el bazo, el hígado, el páncreas, etc., etc. Este centro de Pérgamo tiene diez pétalos.  

Con el ascenso del Kundalini a la región del corazón se pone en actividad la Iglesia de Tiatira, con sus doce pétalos maravillosos. Esta Iglesia nos confiere poder sobre el aire elemental de los sabios. El desarrollo de ese centro cardíaco confiere inspiración, presenti­miento, intuición y poderes para salir conscientemente en cuerpo astral, así como también poderes para poner el cuerpo en estado de Jinas.  

El capítulo segundo del Apocalipsis versa sobre las cuatro Iglesias inferiores de nuestro organismo. Éstos son cuatro centros conocidos como el Fundamental o Básico, el Prostático, el Umbilical y el Cardíaco. Ahora estudiaremos los tres centros magnéticos superiores mencionados por el Apocalipsis en el tercer capítulo. Estas tres Iglesias superiores son: la Iglesia de Sardis, la de Filadelfia y, por último, la de Laodicea.  

El ascenso del Kundalini a la región de la laringe creadora nos confiere el poder de oír las voces de los seres que viven en los Mun­dos Superiores. Este chakra está relacionado con el Âkâsha puro. Âkâsha es el agente del sonido. El chakra laríngeo es la Iglesia de Sardis. Cuando el Kundalini abre la Iglesia de Sardis, entonces flore­ce en nuestros labios fecundos hecho verbo. El chakra laríngeo tiene dieciséis hermosos pétalos.  

El desarrollo completo de este Centro Akáshico nos permite conservar el cuerpo vivo aun durante las noches profundas del gran Pralaya. Es imposible la encarnación del gran Verbo sin haber des­pertado la Serpiente Sagrada. Precisamente, el agente del verbo es el Âkâsha. Éste es al verbo lo que los alambres conductores a la electri­cidad. El verbo necesita del Âkâsha para su manifestación.  

Âkâsha es el agente del sonido. El Kundalini es el Âkâsha. Âkâsha es sexual. El Kundalini es sexual. El centro magnético donde vive el Kundalini normalmente es absolutamente sexual, como lo está demostrando el hecho concreto del sitio donde está situado: dos dedos sobre el ano y dos dedos debajo de los órganos genitales. (Cuatro dedos a lo ancho es el espacio donde está situado). Sólo es posible despertar el Kundalini y desarrollarlo totalmen­te con la Magia Sexual. Esto es lo que no les gusta a los infrasexuales. Ellos se sienten a sí mismos supertrascendidos y odian mortalmente la Magia Sexual.  

En cierta ocasión, después de escuchar una conferencia que nosotros dictamos sobre Magia Sexual, alguien protestó di­ciendo que así era como los gnósticos corrompíamos a las mujeres. Este individuo era un infrasexual. Protestó el hombre porque nosotros enseñamos la Ciencia de la Re­generación pero, en cambio, no protestó contra el sexo intermedio, ni contra las prostitutas, ni contra el vicio del onanismo, ni dijo que esas gentes fuesen corrompidas. Protestó contra la Doctrina de la Regeneración pero no con­tra la Doctrina de la Degeneración. Así son los infrasexuales. Ellos se sienten inmensamente superiores a todas las personas de sexo normal. Ellos protestan contra la Regeneración pero defienden la Degeneración.  

Los infrasexuales no pueden encarnar el Verbo jamás. Ellos escupen dentro del Santuario Sagrado del sexo, y la ley los castiga arrojándolos al Abismo para siempre. El sexo es el santuario del Espíritu Santo.  

Cuando el Kundalini llega a la altura del entrecejo se abre la Iglesia de Filadelfia. Éste es el Ojo de la Sabiduría. En este centro magnético mora el Padre que está en secreto. El chakra del entrecejo tiene dos pétalos fundamentales y muchísimas radiaciones esplendorosas. Este centro es el trono de la mente. Ningún verdadero clarividente dice que lo es. Ningún verdadero clarividente dice: «yo vi». El clarividente Iniciado dice: «nosotros conceptuamos».  

Todo clarividente necesita Iniciación. El clarividente sin Inicia­ción está expuesto a caer en muy graves errores. El clarividente que vive contando sus visiones a todo el mundo está expuesto a perder su facultad. El clarividente hablador puede también perder el equilibrio de la mente. El clarividente debe ser callado, humilde, modesto. El clarividente debe ser como un niño.  

Cuando el Kundalini llega a la altura de la glándula pineal, se abre la Iglesia de Laodicea. Esta flor de loto tiene mil pétalos resplandecientes. La glándula pineal está influenciada por Neptuno. Cuando se abre esta Iglesia recibimos la polividencia, la intuición, etc., etc.  

La pineal se halla relacionada íntimamente con los chakras de las gónadas o glándulas sexuales. A mayor grado de po­tencia sexual, mayor grado de desarrollo de la glándula pi­neal. A menor grado de potencia sexual, menor grado de desarrollo de la glándula pineal. URANO, en los órganos sexuales, y NEPTUNO, en la glándula pineal, se unen para llevarnos a la Realización total.  

En las Escuelas de Regeneración –tan mortalmente odiadas por los infrasexuales– se nos enseña a trabajar prácticamente con la Ciencia de Urano y Neptuno.  

El Sendero TAU incluye tres senderos, siendo éste el cuarto. Mucho se ha dicho sobre los Cuatro Caminos. Nosotros los gnós­ticos recorremos el Cuarto Camino a plena conciencia. Durante el acto sexual transmutamos los instintos brutales del cuerpo físico en voluntad, las emociones pasionales del Astral en amor, los impulsos mentales en comprensión; y, nosotros, como espíritus, realizamos la Gran Obra. Así recorremos los Cuatro Caminos en la práctica. No necesitamos hacernos faquires para el primer sendero, ni monjes para el segundo, ni eruditos para el tercero. La senda del Matrimonio Perfecto nos permite recorrer los cuatro senderos durante el mismo acto sexual.  

Desde el versículo primero hasta el séptimo habla el Apoca­lipsis del centro coxígeo. En este centro está la Iglesia de Éfeso. En este centro creador se halla enroscada la Serpiente Ígnea tres veces y media. Quien la despierta y la hace subir por su médula espinal reci­be la Espada Flamígera y entra entonces al Edén. 

En la Serpiente se halla la redención del hombre, pero debe­mos estar en guardia contra la astucia de la Serpiente. Se debe con­templar la fruta prohibida y aspirar su aroma, pero recordad lo que dijo el Señor Jehová: «Si comieres de ese fruto moriréis». Debemos gozar la dicha del amor y adorar a la mujer. Un buen cuadro nos arroba, una bella pieza de música nos lleva hasta el éxtasis, pero una bella mujer adorable nos da ganas de poseerla en el acto. Ella es la viva representación de Dios-Madre. El acto sexual con la adorada tiene sus delicias indiscutibles. El gozo sexual es un derecho legítimo del hombre. Gozad la dicha del amor, pero no derra­méis el semen; no cometáis sacrilegio; no seáis fornicario. La castidad nos convierte en Dioses, la fornicación nos convierte en Demonios.  

Krumm Heller dijo:  

«Los Setianos adoraban la gran luz y decían que el Sol, en sus emanaciones, forma nido en nosotros y constituye la Serpiente».  

Los Naasenos dijeron:  

«Todos vosotros seréis Dioses si salís de Egipto y pasáis el Mar Rojo».  

Krumm Heller nos cuenta, en su «Iglesia Gnóstica», que esta secta gnóstica tenía como objeto sagrado un Cáliz en el cual tomaban el semen de Benjamín. Éste, según Huiracocha, era una mezcla de vino y agua. Dice el gran Maestro Krumm Heller que jamás faltaba sobre los altares de los Naasenos el símbolo sagrado de la Serpiente Sexual. Realmente, «la fuerza, el poder que acompañó a Moisés fue  

la Serpiente sobre la vara, que luego se convirtió en la vara misma. La Serpiente fue, ciertamente, la que habló a las demás serpientes y la que tentó a Eva».  

El sabio Huiracocha, en otro párrafo de su inmortal obra titu­lada «La Iglesia Gnóstica», dice:  

«Moisés, en el desierto, mostró a su pueblo la Serpiente sobre la vara, y les dijo que el que aprovechara esa Serpiente no sería dañado durante su trayecto».  

Todo el poder maravilloso de Moisés residía en la Serpiente Sagrada del Kundalini. Moisés practicó muchísima Magia Sexual para levantar la Serpiente sobre la vara. Moisés tuvo mujer.  

En la noche aterradora de los siglos pasados, los sublimes y austeros Hierofantes de los Grandes Misterios fueron los celosos vi­gilantes del Gran Arcano. Los grandes Sacerdotes habían jura­do silencio, y la llave del Arca de la Ciencia se ocultaba a los ojos del pueblo. La Magia Sexual sólo la conocían y practicaban los grandes Sacerdotes. La sabiduría de la Ser­piente es la base de los Grandes Misterios. Ésta se cultivó en las escuelas de Misterios de Egipto, Grecia, Roma, India, Persia, Troya, México azteca, Perú incaico, etc., etc.  

Krumm Heller nos cuenta que en el canto a Deméter de Home­ro, encontrado en una biblioteca rusa, se ve que todo giraba alrede­dor de un hecho fisiológico-cósmico de gran trascendencia». En ese arcaico canto de aquel Hombre-Dios, que cantó a la vieja Troya y a la cólera de Aquiles, se ve claramente la Magia Sexual sirviendo de piedra angular al gran Templo de Eleusis.  

El baile al desnudo, la música deliciosa del templo, el beso que embriaga, el hechizo misterioso del acto secreto hacían de Eleusis un paraíso de Dioses y Diosas adorables. Entonces nadie pensaba en «porquerías» sino en cosas santas y sublimes. A nadie se le hubiera ocurrido profanar el templo. Las parejas sabían retirarse a tiempo para evitar el derrame del Vino Sagrado.  

En Egipto aparece OSIRIS, el principio Masculino, frente a ISIS, el eterno y adorable Femenino. En este país asoleado de Kem, el Señor de toda perfección trabajó también con el Gran Arcano A.Z.F., precisamente cuando se hallaba en su período de preparación iniciá­tica, antes del comienzo de su misión. Así está escrito en las memo­rias de la Naturaleza.  

En Fenicia, Hércules y Dagón se aman intensamente; en Ática, Plutón y Perséfone; pero como dice el doctor Krumm Heller, ya entre ellos se habla claramente del falo y el útero; ése es el Lingam- Yoni de los Misterios Griegos.  

Los grandes Sacerdotes de Egipto, viejos herederos de la sabiduría arcaica que cultivaron los Atlantes, re­presentaron al gran Dios IBIS DE THOT con el miem­bro viril en estado de erección, y cuenta Krumm He­ller que sobre ese falo erecto de Ibis de Thot, se escribió una frase que decía: «Dador de la Razón». Junto a la inscripción resplandecía gloriosamente una flor de loto.  

Los viejos sabios del Egipto Sagrado graba­ron en sus muros milenarios el símbolo divino de la Culebra Sexual.  

El secreto de la Magia Sexual era incomunicable. Ése es el Gran Arcano. Aquellos infelices que divulgaban el secreto indecible eran condenados a pena de muerte. Se les llevaba a un patio empedrado, y ante un muro milenario cubierto de pieles de cocodrilo y jeroglíficos indescifrables, se les cortaba la cabeza, se les arrancaba el corazón, y sus cenizas malditas eran arrojadas a los cuatro vientos.  

Nos viene ahora a la memoria, Cazote, el gran poeta francés que murió en la guillotina durante la Revolución Francesa. Este hombre profetizó en célebre banquete su propia muerte y la suer­te fatal que le aguardaba a cierto grupo de nobles Iniciados que proyectaban la divulgación del Gran Arcano. A unos les profetizó la guillotina, a otros el puñal, el veneno, la cárcel, el destierro. Sus profecías se cumplieron con absoluta exactitud.  

En la Edad Media todo aquel que divulgaba el Gran Arcano era muerto misteriosamente, ya por las camisas de Nesus, ya por los jaboncitos envenenados que llegaban como regalo de cumpleaños a la puerta del condenado, o por los ramilletes perfumados, o el puñal.  

El Gran Arcano es la clave de todos los poderes y la llave de to­dos los imperios. Los poderes de la Naturaleza se desencadenan con­tra los atrevidos que intentan dominarla. Los grandes Hierofan­tes esconden su secreto, y los Reyes divinos no le entregan a ningún mortal la clave secreta de su poder. Desdichado, infeliz, aquel mortal que después de recibir el secreto de la Magia Sexual no sabe aprovecharlo. «A ese más le valiera no haber nacido o colgarse una piedra de molino al cuello y arrojarse al fondo del mar». 

A la Naturaleza no le interesa la REALIZA­CIÓN CÓSMICA DEL HOMBRE, y eso es hasta con­trario a sus propios intereses. Ésa es la causa por la cual ella se opone con todas sus fuerzas ante el atrevido que quiere dominarla.  

Viene oportunamente al caso recordar una anécdota curiosa: En cierta ocasión se paseaba por la playa del mar un pobre guarda de aduanas. De pron­to algo llamó su atención. Vio entre las arenas azotadas por las embravecidas olas del Caribe un objeto de cuero. El hombre se acercó a él y con gran sorpresa se encontró con un pe­queño veliz o maletín de cuero negro. Inmediatamente se dirigió a la capitanía del puerto y entregó aquel objeto a su superior. Cumplida su misión se fue a su casa. Cuando a la mañana siguiente vino a su trabajo, el oficial superior, lleno de gran ira, le entregó al hombre una moneda de veinte centavos a tiempo que le decía: ¡Imbécil, esto es lo que tú mereces; toma esta moneda para que te ahorques; tú no mereces vivir; cómprate con estos veinte centavos la cuerda y cuélgate de un árbol! Vino la suerte a ti y la despreciaste. El veliz o maletín que me entregasteis tenía cerca de un millón de dólares. ¡Vete de aquí! ¡Fuera de aquí, imbécil! ¡No mereces vivir!  

Realmente, ésa es la suerte fatal que les aguarda a aquellos que no saben aprovechar el preciosísimo tesoro del Gran Arcano. Ésos no merecen vivir. Jamás en la vida se había enseñado el Gran Arcano de la Magia Sexual, y ahora lo estamos divulgando. ¡Infelices aquellos que, después de hallar en su camino el Tesoro de los Reyes, lo des­precian como el guarda del ejemplo! El tesoro del Gran Arcano vale todavía más que la fortuna encontrada por el guarda. Despreciar esto es realmente ser imbécil.  

Para despertar el Kundalini se necesita la mujer. Empero de­bemos advertir que el Iniciado sólo debe practicar Magia Sexual con una sola mujer. Aquellos que practican Magia Sexual con distintas mujeres cometen el delito de adulterio. Esos no progresan en estos estudios. Desgraciadamente, existen ciertos sujetos que utilizan la Magia Sexual como un pretexto para seducir mujeres. Ésos son los profanadores del templo. Semejante clase de hombres caen inevita­blemente en la magia negra. Advertimos a las mujeres que se cuiden mucho de esos perversos personajes de la sexualidad.  

Existen también muchas mujeres que, con el pretexto dizque de Realizarse a fondo, se juntan con cualquier varón. Esas mujeres pasionales lo que quieren es saciar sus deseos carnales. El mundo es mundo siempre, y desde que estamos divulgando el Gran Arcano han aparecido, como era de esperarse, los cerdos que atropellan la Doctrina y mueren luego envenenados por el Pan de la Sabiduría. El culto de la Magia Sexual sólo se puede practicar entre marido y mujer. Aclaramos esto para evitar seducciones y raptos carnales, y santas lujurias pasionales.  

La Fuerza Sexual es un arma terrible. Los científicos no han podido dar con el origen de la electricidad. Nosotros afirmamos que la causa de la energía eléctrica debemos buscarla en la fuerza sexual universal. Esa fuerza no sólo reside en los órganos de la sexualidad sino también en todos los átomos y electrones del Universo. La luz del Sol es un producto de la sexualidad. Un átomo de hidrógeno se une sexualmente con un átomo de carbono para producir luz solar. El hidrógeno es masculino; el carbono es femenino. De la unión se­xual de ambos resulta la luz solar. Muy interesantes resultan los es­tudios sobre los procesos del carbono. Esos procesos son la gestación de la luz.  

La causa causarum de la electricidad debemos buscarla en el Fuego Serpentino Universal. Ese Fuego mora en los electrones. Los sabios meditan en él, los místicos lo adoran, y aquellos que siguen la senda del Matrimonio Perfecto trabajan prácticamente con él.  

La Fuerza Sexual en manos de Magos Blancos y de Magos Ne­gros es un arma terrible. El pensamiento atrae a la espina dorsal el fluido sexual para depositarlo en su bolsa respectiva. Con el derrame fatal de ese fluido se pierden billonadas de Átomos Solares. El movi­miento de contracción sexual que sigue al derrame del semen reco­ge, de los infiernos atómicos del hombre, billonadas de Átomos Sa­tánicos que reemplazan a los Átomos Solares perdidos. Así es como formamos al Diablo en nosotros.  

Cuando refrenamos el impulso sexual en nosotros, entonces el fluido maravilloso regresa al cuerpo astral multiplicando sus es­plendores inefables. Así es como formamos al Cristo en nosotros. Así, pues, con la energía sexual podemos formar dentro de nosotros al Cristo o al Diablo.  

El Gran Maestro, en su calidad de Cristo Cósmico encarnado, dijo:  

«Yo soy el Pan de Vida; Yo soy el Pan Vivo. Si alguno comiere ese Pan vivirá eternamente. El que coma mi Carne y beba mi Sangre tendrá la vida eterna y Yo lo resucitaré. El que coma mi Carne y beba mi Sangre, en Mí mora y Yo en él».  

Cristo es el Alma Solar, el Espíritu viviente del Sol. Éste, con su vida, hace crecer la espiga del trigo, y en el grano, en la semilla, queda encerrada toda la potencia del Logos Solar. En toda semilla vegetal, animal o humana, se halla encerrada, como dentro de un estuche precioso, la sustancia Cristónica del Logos Solar. 

Haciendo retornar la energía creadora hacia dentro y hacia arriba, germina, nace dentro de nosotros un niño maravilloso, un Cuerpo Astral Cristificado. Ese vehículo nos confiere la Inmortali­dad. Ése es nuestro Chrestos mediador. Con ese vehículo llegamos al Padre que está en secreto. «Nadie llega al Padre sino por Mí», dijo el Señor de Toda Perfección.  

El fantasma astral que poseen los mortales no es más que un esbozo de hombre. Ni siquiera tiene unidad. Ese fantasma de facha­da es guarida de demonios y de toda ave sucia y aborrecible. Dentro de ese fantasma astral vive el Yo –el Diablo–. Éste es Legión Infernal. El Yo es Legión. Así como un cuerpo se compone de muchos átomos, así también el Yo se compone de millonadas de Yoes, inteligencias diabólicas, repugnantes demonios que riñen entre sí. Cuando muere una persona se vuelve eso: «Legión». En sí misma, la persona se vuel­ve polvo. Sólo queda viviendo eso: Legión de Yoes.  

Los clarividentes suelen encontrarse a los desencarnados vesti­dos de distinta manera y simultáneamente en lugares diferentes. La persona parece haberse vuelto muchas personas; es Legión. Empero, cuando hemos hecho nacer en nosotros un Cuerpo Astral Crístico, continuamos después de la muerte viviendo en ese cuerpo sideral. Somos entonces realmente inmortales.  

Esa clase de personas que poseen un Cuerpo Astral Cristificado se hallan, después de la muerte, con la Conciencia despierta. Los des­encarnados comunes y corrientes viven después de la muerte con la Conciencia dormida. La muerte es realmente el regreso a la concep­ción fetal. La muerte es el regreso a la semilla. Todo aquel que muere regresa al nuevo vientre materno totalmente inconsciente, dormido.  

La gente ni siquiera tiene encarnada el Alma. El Alma de las personas está desencarnada. Las personas tienen tan sólo encarnado un embrión de Alma. La gente malvada no tiene, ni siquiera, ese embrión de Alma. Sólo poseyendo un Cuerpo Astral Cristificado po­demos encarnar el Alma. La gente común y corriente es tan sólo vehículo del Yo. El nombre de cada mortal es Legión. 

Sólo con la Magia Sexual podemos hacer nacer dentro de no­sotros el Astral Crístico. La tentación es Fuego, el triunfo sobre la tentación es Luz.  

El deseo refrenado hará subir el líquido Astral hacia arriba, hacia la glándula pineal, y así nace, dentro de nosotros, el Adam Cristo, el Superhombre. 

El Matrimonio Perfecto, capítulo VII 
Samael Aun Weor