Un viaje extraordinario por el universo inagotable de los arquetipos cósmicos es lo que nos presenta el autor de esta obra titulada Arquetipos Gnósticos Eternos.
Ya la psicología jungiana estableció en sus postulados, al considerar los arquetipos como el origen primitivo de todas las religiones del pasado, que los mismos “están depositados en el inconsciente colectivo de la humanidad desde la noche de los tiempos, creando y determinando conductas sociales con tintes religiosos o místicos en los diferentes pueblos de nuestro mundo”.
El autor ha logrado en este tratado sintetizar el alcance de estos arquetipos eternos gracias a la Gnosis milenaria que les ha servido de vehículo.
Por ello si los arquetipos simbólicos encierran en su silencio enormes verdades eternas, también es cierto que por ello la Gnosis es considerada la llave maestra del conocimiento trascendental.
Pocas veces el lector acucioso y ansioso de adentrarse en el mundo de la simbología ha estado realmente satisfecho de su búsqueda incesante. Ahora, con la publicación de Arquetipos Gnósticos Eternos, el autor nos abre en verdad un canal de entendimiento entre el hombre de nuestros días y los símbolos que desde muy remotos tiempos le han servido de guía en la ingente tarea de descifrar los misterios de la Creación y, dentro de ella, todo aquello que le concierne a sí mismo.
El V.M. Kwen Khan Khu se sumerge de manera profunda, y a la vez simple, en el laberinto de los arquetipos que han impactado la mentalidad occidental y oriental, ocasionando en ambas el establecimiento de disciplinas metafísicas, escatológicas, religiosas y místicas en general que aún hoy sobreviven a pesar del huracán del materialismo dialéctico.
Resulta maravilloso llegar a comprender el porqué de una imagen, de un gesto, de una conducta, etc., etc., inherente a ritos ancestrales, danzas autóctonas, himnos sagrados, folklores y tradiciones que de un modo u otro están vinculados con nuestro acervo particular de carácter psicológico o ideológico.
Es aquí donde radica la importancia de este tratado, que se suma a los esfuerzos de la Gnosis contemporánea en su tarea de luchar por el desciframiento del enigma que arropa la existencia del hombre. Cuando el hombre conecta con su realidad interior, que siempre ha estado aguardando el instante del supremo reencuentro, se dice gnósticamente que alcanzamos la Autorrealización íntima del SER.
Y, si el SER es el SER y la razón de ser del SER es el mismo SER, y hay que buscarla en el mismo SER, estas páginas cobran enorme vigencia porque mediante ellas aprendemos a conocerlo más a ÉL, produciéndose entonces como corolario final la integración de lo humano con lo divino. Este es el fin último que ha motivado la plasmación de este esfuerzo literario.
SE. COGNESTRE. ESTRE ET NON PARESTRE
Conocerse, ser y no parecerlo…
