Muy amados/as amigos y amigas:
Con inmenso placer os hago llegar el primero de una serie de grabados llamados Los siete dones del Espíritu Santo.Tales grabados fueron realizados por Maarten de Vos ─1532-1603─,y fueron editados por Adriaen Collaert ─1560-1618─ entre los años 1580 y 1600.
El grabado de nuestro estudio se llama…
…VII DONA SPIRITVS S.
─‘Los siete dones del Espíritu Santo’─
Antes que nada permitidme haceros llegar algunos comentarios interesantes:
«Los siete dones del Espíritu Santo son una enumeración de siete dones espirituales que se encontraron por primera vez en el libro de Isaías y que fueron muy comentados por autores patrísticos. Isaías es el primero de los últimos profetas de la Biblia hebrea y el primero de los Profetas Mayores del Antiguo Testamento cristiano.
El párrafo al que hacemos referencia es este:
“Isaías 11. Reinado justo del Mesías.
1 Saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces. 2 Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová, espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová. 3 Y le hará entender diligente en el temor de Jehová”.
Isaías fue una de las obras más populares entre los judíos en el período del Segundo Templo ─1515 a. C., 70 d. C.─. En los círculos cristianos fue tenido en tan alta estima que se le llamó el Quinto Evangelio, y su influencia se extiende más allá del Cristianismo a la literatura inglesa y a la cultura occidental…
Las versiones griega y hebrea de la Biblia difieren ligeramente en la forma en que se enumeran los dones. En la versión hebrea, el Espíritu del Señor se describe con seis características: sabiduría, entendimiento, consejo, poder, conocimiento y temor del Señor. La última característica ─temor del señor─ se menciona dos veces. En la traducción griega más antigua ─la Septuaginta─, la primera mención del temor del Señor se traduce como Espíritu de Piedad».
Los siete dones mencionados en la traducción griega fueron traducidos luego al latín de esta forma:
- Sapientia, ‘sabiduría’: La sabiduría verdadera proviene del SER.
- Intellectum, ‘entendimiento’: El entendimiento es la comprensión cabal de algo que merece nuestro estudio.
- Consilium, ‘consejo’: El buen consejo o la buena orientación solo brota del verbo iluminado por el Espíritu Santo.
- Fortitudo, ‘poder’: Los poderes psíquicos, anímicos o materiales nos son otorgados por el Espíritu Santo.
- Cognitiō o Scientia, ‘conocimiento’: La verdadera ciencia ilumina a los científicos que lo merecen.
- Pietas, ‘piedad’: En sentido también de devoción a las cosas sagradas ─la Piedad o la devoción son atributos de las almas mansas─.
- Timor Domini, ‘temor del Señor’: El temor del Señor solo lo llega a sentir aquel o aquella que ya ha tenido testimonios de ese gran poder del SER.
Los nombres de los 7 grabados posteriores son:
- Grabado 1: Spiritus Sapientiae, ‘el Espíritu de Sabiduría’.
- Grabado 2: Spiritus Intellectus, ‘el Espíritu de Comprensión’.
- Grabado 3: Spiritus Consilii, ‘el Espíritu de Consejo’.
- Grabado 4: Spiritus Fortitudinis, ‘el Espíritu de Poder’.
- Grabado 5: Spiritus Scientiæ, ‘el Espíritu de Conocimiento’.
- Grabado 6: Spiritus Pietatis, ‘el Espíritu de Piedad’.
- Grabado 7: Spiritus Timoris Domini, ‘el Espíritu de temor del Señor’.
Resulta interesante ver que en este grabado el Espíritu Santo está representado por una mujer ─la esposa del mismo, la Virgen─, la cual sostiene en su brazo derecho un cetro que culmina en un ojo sagrado ─el ojo de la omnisciencia, el ojo que todo lo ve─. En su izquierda la dama ostenta una espada, significando la justicia. Según la Pistis Sophia, solo los justos serán declarados como partícipes de la Luz de las Luces.
Igualmente, es llamativo ver la cabeza de esta Virgen rodeada de fuego, pues Ella es el fuego del fuego, la encarnación del INRI de los cristianos, nuestra verdadera Madre desde el comienzo de la creación…..
Ella, Stella Maris, lleva sobre su cabeza una corona llena de perlas y un pequeño globo sobre el que aparece un pequeña cruz. Esto es para significar que Ella en sí misma es la materia mercurial que se fecunda con el misterio de la cruz.
En la base de este grabado hallamos la siguiente inscripción latina: «Spiritvs Sapientiae», ‘el Espíritu de la Sabiduría’.
Luego hallamos estas frases:
«Per me Reges regnant, et legum conditores iusta decernunt. Per me Principes imperant. Proverb. 8».
Traducción: ‘Por mí reinan los reyes y los gobernantes determinan justicia. Por mí dominan los Príncipes. Proverbio 8’.
Sin lugar a dudas, paciente lector/a, es el Espíritu Santo quien otorga las facultades para reinar a los reyes, para imperar a los príncipes y dictar sentencias a aquellos que han tenido en sus manos el poder para gobernar a las masas. Empero, refirámonos a los «verdaderos reyes», a los «verdaderos príncipes», y no a muchos personajes viles de la historia que utilizaron el poder para causar daño a las almas o esclavizarlas.
Amados compañeros y compañeras, gracias al conocimiento de las profundas enseñanzas de nuestro Avatara ─V.M. Samael Aun Weor─, hoy todos sabemos que el Espíritu Santo es una de las tres fuerzas primarias de la creación. También se nos ha dicho mediante la Kábala que el Tercer Logos ─léase: Espíritu Santo─ goza del atributo de la Sabiduría así como el Segundo Logos tiene como atributo el Amor y el Primer Logos la Omnisciencia.
No es, por tanto, extraño que, desde la antigüedad, el Espíritu Santo haya sido concebido como el dador de los dones del Espíritu.Y es por ello que forma un binomio con su esposa, la divina Shakti, María, Marah, Adonía, Aka, Isomberta, Isis, Cibeles, etc., etc., etc. Ella y él otorgan virtudes y dones a quienes lo merecen y en base a ello son igualmente capaces de hacer todo tipo de milagros.
Hay que recalcar a nuestros compañeros que, a medida que los agregados psicológicos van muriendo en nosotros, Ella, Stella Maris, va desarrollando en nuestro continente espiritual innúmeras virtudes, potencialidades, facultades y, en general, va unificando a las distintas partes autónomas y autoconscientes de nuestro propio SER. Incuestionablemente que toda esta transformación es, en sí misma, una metamorfosis que cambiará nuestra identidad, imagen y valores.
Cuando leemos acerca de las grandiosidades que fueron capaces de crear personajes como Leonardo da Vinci, Miguel Ángel Buonarroti, Beethoven, Velázquez, nos asombramos de las obras de arte que fueron capaces de cristalizar en este mundo tridimensional estos hombres. Recordemos a Santa Teresa de Jesús, a la famosa Hildegarda y sus visiones sagradas, al vidente Michel de Nostradamus con su espectacular clarividencia, a los atinados esfuerzos que logró poner en marcha el bendito Paracelso para lograr curar a los enfermos, a las revelaciones que recibió el apóstol Juan en la isla de Patmos y que hoy conocemos bajo el nombre de Apocalipsis,etc., etc., etc. Todos los testimonios que los apóstoles fueron teniendo con el Gran Kabir de Nazaret durante las reuniones que tuvieron con el mismo luego de su resurrección, fueron posibles a que el Espíritu Santo estaba con ellos y, por tal motivo, ellos ─incluida María Magdalena─ eran capaces de responder a las preguntas de Jesús.
Os añado ahora el contenido del Proverbio 8 que merece nuestra atención y que, curiosamente, está dirigido a Ella, la inmensurable e inmaculada Madre Kundalini. Parece como una exclamación de la mismísima Mulaprakriti o Madre Cósmica, veamos:
«Excelencia y eternidad de la Sabiduría:
8 ¿No clama la sabiduría,
Y da su voz la inteligencia?
2 En las alturas junto al camino,
A las encrucijadas de las veredas se para;
3 En el lugar de las puertas, a la entrada de la ciudad,
A la entrada de las puertas da voces:
4 Oh, hombres, a vosotros clamo;
Dirijo mi voz a los hijos de los hombres.
5 Entended, oh, simples, discreción;
Y vosotros, necios, entrad en cordura.
6 Oíd, porque hablaré cosas excelentes,
Y abriré mis labios para cosas rectas.
7 Porque mi boca hablará verdad,
Y la impiedad abomina mis labios.
8 Justas son todas las razones de mi boca;
No hay en ellas cosa perversa ni torcida.
9 Todas ellas son rectas al que entiende,
Y razonables a los que han hallado sabiduría.
10 Recibid mi enseñanza, y no plata;
Y ciencia antes que el oro escogido.
11 Porque mejor es la sabiduría que las piedras preciosas,
Y todo cuanto se puede desear no es de compararse con ella.
12 Yo, la sabiduría, habito con la cordura,
Y hallo la ciencia de los consejos.
13 El temor de Jehová es aborrecer el mal;
La soberbia y la arrogancia el mal camino,
Y la boca perversa aborrezco.
14 Conmigo está el consejo y el buen juicio;
Yo soy la inteligencia; mío es el poder.
15 Por mí reinan los reyes,
Y los príncipes determinan justicia.
16 Por mí dominan los príncipes,
Y todos los gobernadores juzgan la tierra.
17 Yo amo a los que me aman,
Y me hallan los que temprano me buscan.
18 Las riquezas y la honra están conmigo;
Riquezas duraderas y justicia.
19 Mejor es mi fruto que el oro, y que el oro refinado;
Y mi rédito mejor que la plata escogida.
20 Por vereda de justicia guiaré,
Por en medio de sendas de juicio,
21 Para hacer que los que me aman tengan su heredad,
Y que yo llene sus tesoros.
22 Jehová me poseía en el principio,
Ya de antiguo, antes de sus obras.
23 Eternamente tuve el principado, desde el principio,
Antes de la tierra.
24 Antes de los abismos fui engendrada;
Antes que fuesen las fuentes de las muchas aguas.
25 Antes que los montes fuesen formados,
Antes de los collados ya había sido yo engendrada;
26 No había aún hecho la tierra, ni los campos,
Ni el principio del polvo del mundo.
27 Cuando formaba los cielos, allí estaba yo;
Cuando trazaba el círculo sobre la faz del abismo;
28 Cuando afirmaba los cielos arriba,
Cuando afirmaba las fuentes del abismo;
29 Cuando ponía al mar su estatuto,
Para que las aguas no traspasasen su mandamiento;
Cuando establecía los fundamentos de la tierra,
30 Con él estaba yo ordenándolo todo,
Y era su delicia de día en día,
Teniendo solaz delante de Él en todo tiempo.
31 Me regocijo en la parte habitable de su tierra;
Y mis delicias son con los hijos de los hombres.
32 Ahora, pues, hijos, oídme,
Y bienaventurados los que guardan mis caminos.
33 Atended el consejo, y sed sabios,
Y no lo menospreciéis.
34 Bienaventurado el hombre que me escucha,
Velando a mis puertas cada día,
Aguardando a los postes de mis puertas.
35 Porque el que me halle hallará la vida,
Y alcanzará el favor de Jehová.
36 Mas el que peca contra mí defrauda su alma;
Todos los que me aborrecen aman la muerte».
Os entrego ahora unas frases para ser meditadas:
«La verdad es de tal excelencia que cuando elogia pequeñas cosas las ennoblece».
Leonardo da Vinci
«La verdad es como el deber: se impone, manda en absoluto y, sea difícil o fácil, dulce o amarga, siempre es buena».
Concepción Arenal
«Para el sabio ninguna verdad es amarga».
Maurice Maeterlinck
«Cualquier hombre está obligado a defender la verdad, aunque no consiga siempre hacerla triunfar».
Manzoni
«Todos los hombres buscan la verdad, pero solo Dios sabe quién la ha hallado».
Chesterfield
FAC QUOD FACIENDUM EST.
─‘Haz lo que debe ser hecho’─.
KWEN KHAN KHU