Muy amados amigos y amigas:
Me complace haceros llegar esta ilustración que fue bautizada con el nombre de…
…ÁRBOL DE LA LUZ Y DE LA OSCURIDAD
Primeramente, apreciado lector, hemos de decir que esta ilustración aparece en el libro titulado Studium Universale, escrito por Valentín Weigel, quien era filósofo, escritor, místico alemán de Sajonia y, según algunos, un precursor de la Teosofía. Esto ocurrió entre los años 1533 y 1588. El título completo de la primera edición del libro, del año 1618, es Studium Universale, das ist, alles dasjenige, so von Anfang des Welt biss an das Ende je gelebet, gescrieben, gelesen, order gelernet werden möchte.
Traducción: ‘Studium Universale, esto es todo lo que se desea desde el principio del mundo hasta el final para ser vivido, escrito, leído o aprendido’.
Ante nuestros ojos vemos claramente una mano que está extendida desde el cielo para atravesar las nubes y señalarnos un árbol que se bifurca. Esta es la mano del Theomegalogos. El árbol de la izquierda es un manzano, el de la derecha parece ser una higuera. El manzano es, alegóricamente, desde hace siglos, símbolo del árbol de la ciencia del bien y del mal ─la sexualidad─. Se lo asocia con la caída angélica y, aquí en la Gnosis, representa la sexualidad llevada hasta la fornicación con pérdida de nuestro licor seminal.
La tradición bíblica nos dice que ADÁN Y EVA, luego de su expulsión del paraíso, descubrieron que estaban desnudos y cubrieron su sexualidad con las hojas de una higuera. Es curioso que la higuera es el Elemental que aplica el karma a los fornicarios, según nos lo dice el V.M. Samael.
Entre ambos árboles apreciamos un sinfín de estrellas alrededor de un gran sol. Tales estrellas son las Mónadas que han de venir a la tierra, y el sol representa a las dinastías solares que vigilan el desarrollo de la creación.
Debajo de dicho sol, donde dicho sol termina, observamos una media esfera representativa del mundo terrenal o lugar de las razas humanas. Allí, en el centro de esa media esfera, se puede vislumbrar la Estrella de David o Sello de Salomón, pues es en el reino humano donde podemos alcanzar el triunfo en la Gran Obra alquímica,simbolizada siempre por los dos triángulos entrecruzados.
Hay luego dos grandes esferas y cada una comparte unas raíces. La esfera que contiene las raíces del árbol de la ciencia del bien y del mal nos muestra estas raíces limpias y llenas de radiaciones luminosas.
La otra esfera, que contiene las raíces del árbol de la higuera, son retorcidas y rodeadas de una inmensa oscuridad. Tal es el destino de la esterilidad divina, la ausencia de valores divinos, la carencia de fuerzas anímicas, etc., etc., etc.
Muy curiosos resultan los brazos que, o están cogiendo manzanas, o están tomando hojas de la higuera. En total son seis brazos, todo lo cual nos recuerda al Arcano 6 de la Kábala: La Indecisión. Recordemos que tenemos el libre albedrío para escoger el camino de la santidad o ese otro de la perdición.
Entre ambas esferas que contienen las raíces de los dos árboles mencionados, podemos contemplar muchos ojos. Tales ojos evidencian la presencia de Dios, que todo lo ve y todo lo siente, tanto las cosas abominables como las inefables.
Os entrego ahora unas frases para entrar en reflexión:
«Si la castidad no es una virtud, es, sin embargo, ciertamente una fuerza».
Jules Renard
«Un instante de clemencia no mengua en nada la severidad del deber que hemos de cumplir».
Moliere
«La verdadera clemencia es de suyo espontánea, cae como la dulce lluvia sobre la Madre Tierra».
Shakespeare
«La clemencia es una parte de la justicia».
J. Joubert
FAC, QUOD FACIENDUM EST.
─‘Haz lo que debe ser hecho’─.
KWEN KHAN KHU