Queridos/as amigos/as:
Os hago llegar, mediante la presente, este grabado titulado…
SPECVLUVM CREATVRARUM
─‘Espejo de criaturas’─
El presente grabado fue realizado por el jesuita Ioanne David ─1546─1613─ y lo desarrolló en el octavo capítulo de su libro titulado Dvodecim specvla Devm aliqvando videre desideranti concinnata.
En el primer plano de la imagen, un hombre y una mujer ─C─ están arrodillados en oración ante un espejo de gran tamaño ─B─, que muestra un paisaje con una Luna, un Sol, estrellas, barcos navegando cerca de una orilla con edificios, etc. Los rayos que emanan de sus ojos demuestran que están mirando este reflejo. Detrás del espejo se ve a Dios Padre en un círculo de nubes rodeado de ángeles ─A─. Esto demuestra que, a través de la meditación, frente al mundo visible lo invisible puede hacerse reconocible.
Al fondo a la izquierda ─D─ se representa la escalera que permite explorar los secretos del cielo. El hombre que sube el primer peldaño ─F─ no es Jacob ascendiendo por la escalera al cielo, sino Job, que recorre el camino de Dios. Job llegó a la captación del mundo divino y por ello ve en lo alto las estrellas, el Sol y la Luna.
Al fondo a la derecha ─E─, un santo se encuentra entre árboles y animales mirando al cielo. A primera vista parece ser San Francisco de Asís con los animales, pero el texto nos dice que es San Bernardo, quien reflexiona sobre las cosas divinas entre los árboles. En segundo plano, a la derecha, frente a un campo de trigo, se encuentra una mujer ─G─, que compara el campo celestial con el terrenal ─en el texto del libro el autor hace referencia a Proverbios 31:10, «Elogio de la mujer virtuosa»─.
Entremos ahora en el análisis de unas frases latinas ligadas a nuestro grabado, veamos:
«Quot rerum species; SPECVLIS tot, Conditor Vnus
Cernitur: vtendo gratus vt esse velis».
Traducción: ‘Por muchas clases de cosas que haya, en tantos espejos solo se ve un Creador, para que quieras estar agradecido cuando lo usas’.
«A.B.C. Invisibilium per visibilia contemplatio».
Traducción: ‘Contemplación de las cosas invisibles por medio de las visibles’.
«D. Scala, ad arcana coeli per creata rimandum».
Traducción: ‘Una escalera para adentrarse en los misterios del cielo a través de la creación’.
«E. S. Bernardus inter arbores divina contemplans».
Traducción: ‘San Bernardo contemplando las cosas divinas entre los árboles’.
«F. Iob, quasi per scalam, operum Dei consideratione quousque profecerit».
Traducción: ‘Hasta qué punto Job, valiéndose de una escalera, se acercó a contemplar las obras de Dios’. En el texto del libro el autor hace referencia a Job 23:11: «Mis pies han seguido sus pisadas: guardé su camino y no me aparté».
«G. Mulier fortis considerat agrum coelestem, quem comparet».
Traducción: ‘La mujer fuerte mira el campo celestial para adquirirlo’.
«H. Respicite lilia agri, et volucres coeli».
Traducción: ‘Mirad los lirios del campo y las aves del cielo’.
Cuando entramos ahora en el análisis de las figuras del grabado, vemos, primeramente, una pareja constituida por un hombre y una mujer, quienes, arrodillados, están contemplando un espejo en el cual se pueden apreciar estrellas, un sol, una luna, etc., etc. Esto ha de interpretarse como el espejo de la clarividencia.
Detrás del espejo podemos captar a Dios Padre rodeado de nubes y de pequeños ángeles, todo lo cual nos dice que, aunque estemos en el mundo visible, mediante la meditación y la oración podemos captar el mundo invisible; podemos, internamente, conectarnos con el SER y las celestes jerarquías.
La escalera que observamos al pie del árbol simboliza los grados de perfecciones que podremos ir adquiriendo si somos fieles al SER y nos mantenemos firmes en el trabajo interior. No debemos creer que se trata de Jacob y su famosa escala citada en las Sagradas Escrituras, se trata de Job y su calvario particular cuando Dios lo sometió a pruebas terribles.
A la derecha, en el otro extremo, vemos un santo rodeado de animales y a su vez explorando el cielo, a la par que ausculta la frondosidad del árbol. Podría decírsenos que se trata de San Francisco de Asís, mas en realidad es San Bernardo. Todo verdadero Iniciado o Iniciada siempre ama la naturaleza y sus criaturas, pues entiende que en toda la creación está latente la vida divina.
Posteriormente apreciamos una mujer frente a un campo de trigo, y, según lo escrito por el autor del grabado, se trata de una dama que compara ese campo de trigo terrenal con el mundo celestial. Recordemos que la semilla de trigo está relacionada con la simiente alquímica, de allí que al final de esta descripción se aluda a Proverbios 31:10 y se mencione el «elogio de la mujer virtuosa».
Os entrego ahora unas frases para vuestra reflexión:
«La filosofía es la historia del error humano con algunas chispas de luz».
Otthon Gruppe
«La verdadera filosofía no es otra cosa que el estudio de la muerte».
Newton
«Un poco de filosofía nos aleja de la religión. Mucha filosofía nos vuelve a ella».
Bacon
«¿Qué es un filósofo? Un hombre a quien, si escuchas, te hará, seguramente, más libre que todos los pretores».
Epícteto
«Las costumbres de los filósofos no están conformes con sus preceptos; pero si no viven como enseñan, enseñan cómo se ha de vivir».
Séneca
ERRARE HUMANUM EST.
─‘Errar es de humanos’─.
KWEN KAHN KHU