Muy queridos amigos y amigas:
Os hago llegar ahora un grabado que aparece en la primera página de un libro titulado SYLVAE SACRAE ─‘Bosques sagrados’─, el cual contiene 29 grabados dibujados por Marten de Vos ─1532-1603─ y por los hermanos Sadeler, Johan ─1560-1600─ y Rafael ─1560-1628─. La familia Sadeler fue la más grande y probablemente la más exitosa de las dinastías de grabadores flamencos que dominaron el grabado del norte de Europa a finales de los siglos XVI y XVII como artistas y editores.
El libro se considera muy curioso debido a la atmósfera un tanto oscura y anacrónica en la que se representa a 29 ermitaños en sus entornos aislados en una naturaleza salvaje fuera de las ciudades, algunos en durísimas penitencias autoimpuestas, otros en oración o estudio, otros en estado de éxtasis. Cada grabado va acompañado de un breve texto en latín.
Os adjunto la primera página del libro que lleva escrito el título…
…SYLVAE SACRAE
─‘Bosques Sagrados’─
Para comenzar diremos que este hermoso grabado nos muestra en la parte central una cruz en cuyo tope se halla una letra Tque se halla en la profundidad del cielo. Esta letra nos remite, querido lector, a la palabra Theos, que significa en griego ‘Dios’.
Posteriormente hallamos en el tope de la cruz el Cristograma o Crismón, compuesto por letras griegas CHI y RHO, iniciales de la palabra CHRESTOS. Este símbolo probablemente acompañó al emperador Constantino en la batalla contra Majencio, y seguramente estuvo unido a la conocida frase: In hoc signo vinces ─‘con este signo vencerás’─. Pero se ha demostrado que este signo es más arcaico. Incuestionablemente que, desde el punto de vista gnóstico, dicho emblema encierra la clave para generar el Fuego Sagrado en la anatomía secreta del asceta gnóstico. A menudo esta imagen fue representada en estandartes de la iglesia, con frecuencia rodeada de un círculo o corona de victoria.
A la izquierda del madero transversal aparece la letra A, indicativa de la palabra Alpha, y a su derecha la letra griega O, significativa de la palabra Omega. Total: Aquí se nos dice que Dios es el principio y el fin de todas las cosas visibles e invisibles.
Vemos una placa en el centro de la cruz en la cual se lee:
MONVMENTA
Sactioris philosophie
quam severa
ANACHORETARUM
disciplina vitae et religio docuit.
Traducción: ‘Monumentos de la filosofía más santa que la severa disciplina de vida y la religión de los anacoretas enseñaron’.
En la parte inferior de la cruz observamos esculpida una serpiente enroscada sobre un cayado. Esto nos recuerda aquellas palabras bíblicas que nos dicen: «De la misma forma que Moisés levantó la serpiente sobre la vara, así ha de ser levantado ─dentro de nosotros─ el Hijo del Hombre»…..
Es indubitable que nuestra redención solo es posible mediante el auxilio de la cruz. Ese es el jeroglífico más antiguo indicativo del poder de crear fuego. Solamente con el ligamen del lingam y el yoni se ponen en movimiento las flamígeras fuerzas del Tercer Logos que nos permiten levantar nuestras serpientes ígneas sobre el cayado que alegoriza a nuestra columna vertebral. He aquí el gran misterio de la cruz.
Al pie de la santa cruz hallamos otra inscripción: MORTVI VIVIMOS, ‘muertos vivimos’. Esta frase podría interpretarse como «después de haber muerto vivimos», mas en realidad el sentido esotérico de la misma es que vivimos pero estamos muertos. Sí, vivimos para el mundo pero estamos muertos para el Espíritu…..
A ambos lados de la cruz podemos apreciar dos personajes. El que está a la izquierda de la misma representa un ángel. Este ángel está en actitud de rezar y por ello lleva un rosario entre sus manos. Es la imagen de las dinastías solares que siempre están velando por nosotros, los que padecemos en este valle de lágrimas ─el mundo material─, tratando de asistirnos anímicamente para abandonar el yugo que nos atormenta y que es producido por nuestro EGO ANIMAL ─el YO psicológico de cada uno de nos─. El otro personaje es un anacoreta que está de rodillas y lleva en una mano un fuete o látigo y en la otra una rama de espinos. Este anacoreta simboliza los PADECIMIENTOS VOLUNTARIOS Y SACRIFICIOS CONSCIENTES que todos necesitamos practicar para restarle fuerzas a la Bestia, compuesta por diez mil agregados psicológicos que nos subyugan noche y día a lo largo de nuestra vida. Necesitamos interiorizarnos más y más para irnos distanciando de las tenebrosas vibraciones del inicuo del cual nos hablara Pablo de Tarso en sus epístolas.
A los pies del ángel se halla un libro que lleva un título: Precatio, que significa ‘oración’ u ‘oraciones’.
Igualmente a los pies del penitente observamos un PAN y un ÁNFORA. En el pan se halla escrita la palabra Abstinetia,que ha de leerse como ‘Abstinencia’. Ciertamente muchos anacoretas practicaron la abstinencia a lo largo de sus vidas tratando de acercarse al SER interior profundo. Esto es lo mismo que recomendó siempre nuestro Patriarca SAMAEL para irnos disciplinando en la vivencia del Camino Secreto. Nos referimos aquí a los ayunos.
Entre el libro y el pan con el ánfora se nos muestra una calavera posada sobre dos tibias. Este símbolo es indicador de aquella máxima esotérica que reza de este modo: «Que la carne abandone los huesos». Solamente con la muerte adviene lo nuevo.
Toda la escena se desarrolla en un bosque. Es el bosque de la existencia, la cual debemos aprovechar para reencontrarnos con nosotros mismos,en otras palabras: para fusionarnos con nuestra verdadera realidad, nuestro SER…
En el fondo del bosque, a un lado ─izquierdo─, podemos ver la escena bíblica de Jesús tentado por el demonio en el desierto y rechazando sus ofertas.
Otra cosa interesante es que el rostro del anacoreta aparece desfigurado. Esto podría significar que nuestra personalidad ha de desaparecer para ser suplantada por la verdadera identidad que nos ha de representar y que no es otra que la del SER.
Igualmente, agudizando nuestra vista, podemos observar como ciertos peldaños que parten desde la parte posterior de la cruz hacia los cielos. Esa es nuestra jornada con la cual ascenderemos al reino del Altísimo.
Abajo del todo de nuestro grabado hallamos las siguientes frases escritas en latín: Congratia ac privilegio Sacri Caesaris maiestatis. Traducción: ‘Con el favor y el privilegio de la majestad del sagrado César’. César era la forma de señalar a los señores que reinaban en los territorios de los principados del Imperio alemán.
A la izquierda abajo aparece esta otra frase latina: Ioannes Sadler Fecit. Traducción: ‘Joan Sadler lo hizo’.
A la derecha: Martin de Vos figuravit, ‘Maerten de Vos lo concibió’.
Por último leemos esto otro en latín:
Serenissimo Principi ac Domino, Domino Gvilielmo. Comiti Palatino Rheni, Utriusque Bavariae duci etc., Domino suo Clementissimo Ioanes ac Raphael Sadeleri, sacras has sylvas, vti earvdem avthores ac scalptores, humilime dedicarunt, Monachy Anno Salvatoris 1594.
Traducción: ‘Al serenísimo príncipe, el Señor Guillermo Conde Palatino del Reno, duque de ambas Bavarias etc., a su clementísimo Señor, Johan y Rafael Sadler dedicaron humildemente estos sagrados bosques como autores y grabadores de los mismos en Munich, año del Salvador: 1594’.
Os entrego ahora unas frases para vuestra reflexión:
«Si tienes fe hallarás que el camino de la virtud y de la felicidad es muy corto».
Quintiliano
«El hombre de fe es eterno en su esperanza».
Lucas Fernández de Ayala
«Para saber si alguno cree en Dios yo le preguntaría si cree en la verdad».
Balmes
«Así como la calidad del amarillo oro se prueba solo en el fuego, así también la fe se prueba únicamente en el tiempo de la adversidad».
Ovidio
«Fe es creer en lo que no se ve, y la recompensa es ver lo que uno cree».
San Agustín
SEMPER FIDELIS.
─‘Siempre fiel’─.
KWEN KHAN KHU