SPIRITVS CONSILII ─‘El espíritu del consejo’─

Spiritvs consilii

Spiritvs consilii 850 480 V.M. Kwen Khan Khu

Muy amados amigos y amigas:

Me complace enormemente haceros llegar el presente grabado que viene a ser, justamente, el tercero de la serie Los siete dones del Espíritu Santo. En este caso hablaremos del…

…SPIRITVS CONSILII
─‘El espíritu del consejo’─

SPIRITVS CONSILII ─‘El espíritu del consejo’─

Nuevamente se nos muestra, caros/as lectores/as, una dama, en esta ocasión coronada en su cabeza con una rama de vid alegorizando la alegría. Dicha dama posee una aureola de fuego porque representa a una de las cualidades o dones del Espíritu Santo.

Como quiera que el Tercer Logos solo anhela iluminar nuestro camino y nuestra alma en nuestro paso por la tierra, pues en esta ocasión directamente nos señala el buen consejo que siempre necesitamos para no errar en nuestro objetivo y no extraviarnos en nuestro peregrinar.

La dama lleva colgada de su cuello una llave ─la llave del buen consejo─, y encima de dicha llave porta otro colgante del que pende un corazón. ¿Qué significa todo esto? Respuesta: El buen consejo que demos a nuestros semejantes siempre debe ir acompañado de nuestra buena intención y del amor que hemos de profesar hacia los mismos. Ciertamente, en muchas circunstancias de nuestras vidas un buen consejo a tiempo es la llave o la clave para no caer en futuros problemas que una situación determinada puede generar…

La mujer de nuestra ilustración lleva en su diestra una balanza para indicarnos claramente que nuestras acciones, nuestros pensamientos y nuestros actos deben siempre ser equilibrados como la misma. Igualmente, cuando otorgamos un consejo a una persona hemos de cerciorarnos de que el mismo vaya respaldado por el equilibrio. Recordemos que LA GRAN LEY siempre nos juzga observando nuestros actos, nuestros pensamientos y nuestras palabras. Un consejo mal intencionado que demos a una persona se volverá, tarde o temprano, contra nosotros, esa es la ley.

Nuestros consejos no deben ir nunca acompañados de prepotencia de nuestra parte. Tampoco servirán a otros los consejos «engalanados» con el Yo de la ira, esto no servirá nunca para nada.

Los Hermanos Mayores de la bendita Blanca Hermandad nunca imponen sus consejos, solo los dan y luego queda a nuestro juicio la elección de ponerlos en práctica o no. Así actúa el Espíritu Santo cada vez que se manifiesta a través de un Adepto preparado para guiar a los demás.

Nuestro diario vivir es una verdadera escuela que debemos siempre aprovechar para aplicar en la misma los buenos consejos que las Sagradas Escrituras nos han enseñado desde nuestra infancia. Nuestros padres terrenales nos han ido aconsejando desde que éramos niños, y muy probablemente a causa de nuestra inconsciencia nunca hicimos caso, obteniendo por resultado situaciones catastróficas de las que luego nos hemos arrepentido. La torpeza de nuestro Ego animal es, ciertamente, muy dura de romper.

Me viene a la memoria el caso de nuestro Patriarca: V.M. Samael Aun Weor, quien atravesó momentos de mucho dolor cuando una de sus hijas ─a la que mucho amaba─ decidió contraer matrimonio con un personaje que no tenía muy clara la Gnosis. El día del compromiso ante las autoridades civiles, el Venerable Maestro alertaba a su hija: «¡No se case, hija, no se case, su vida se convertirá en un martirio, por favor, no se case!». Sin embargo, aquella hija ─inconsciente─ decidió firmar el acta de matrimonio y finalmente se desposó con aquel sujeto. ¡Válgame Dios y Santa María!, con el pasar del tiempo aquella mujer fue comenzando a ser maltratada al punto de ser abandonada en la calle con sus hijos, teniéndose que dedicar a pedir limosna…..

En medio de aquella situación, afortunadamente, nuestro Avatara, cada vez que podía, le enviaba algunos dineritos para que se sostuviesen ella y sus hijos, de este modo le aliviaba las penas morales que la desdichada estaba padeciendo. Este es un claro ejemplo de lo importante que resulta un buen consejo pronunciado a tiempo.

En muchas ocasiones, en nuestros estudios, han aparecido, lamentablemente, compañeros o compañeras que les ha dado por aconsejar a otros que se casen con fulano o fulana de tal, como si ellos estuvieran iluminados por la divinidad. Obviamente, el resultado de tales consejos ha sido la desgracia, pues estos compañeros o compañeras que han hecho caso a semejantes absurdeces han llevado una vida de incertidumbres y amarguras con el pasar de los años. Este tipo de consejos son fruto de la mitomanía de quien los pronunció.

No olvidemos que, inclusive a nivel mundial, un mal consejo llevó a la Segunda Guerra Mundial provocada por el Sr. Adolf Hitler, quien se dejó guiar por los malignos consejos del hombre de los guantes verdes y el resultado de aquellas barbaridades cometidas entonces aún es sufrido por la humanidad actual.

Para saber aconsejar necesitamos paz en la mente y en el corazón y tener siempre presente aquella máxima que forma parte de las ocho virtudes que nos acercan al Fuego Sagrado de Devi-Kundalini, a saber, entre otras: recto pensar, recto sentir y recto proceder…..

En nuestra vida de convivencia cotidiana en nuestros hogares, siempre hemos de vigilar nuestra palabra para no empujar a nuestra esposa o esposo, o a nuestros hijos si los tenemos, a cometer acciones de las que luego tanto los demás como nosotros mismos nos arrepentiremos. Verbum est Codex!

Prosiguiendo con nuestra descripción, diremos que la doncella de nuestro tema se halla también entre dos columnas, que debemos interpretar como la fuerza de la sabiduría y el amor. Del amor consciente brotarán las gemas de la sabiduría. Por ello, Hermes Trismegisto afirmaba: «¡Te doy amor, en el cual está contenido el summum de la sabiduría!».

Os acoto ahora la frase latina que encontramos al pie de nuestro grabado:

«Ante Omnia opera, verbum verax proecedat te, et ante omnem actum, consilium stabile. Bonis amici consiliis anima dulcoratur».

«Antes de toda obra, que te preceda una palabra verdadera, y antes de toda acción, consejo seguro. Que el alma se endulce con los buenos consejos de un buen amigo».

Asimismo os añado:

«Eclesiásticos 32:

La actitud del que preside el banquete

1 ¿Te toca presidir la mesa? No te envanezcas: compórtate con los demás como uno de ellos y atiéndelos bien antes de sentarte.

2 Una vez cumplido todo tu oficio, ocupa tu puesto para alegrarte a causa de los comensales y verte coronado porque todo está en orden.

La conversación en los banquetes

3 Habla, anciano, porque te corresponde hacerlo, pero con discreción y sin interrumpir la música.

4 Mientras se escucha, no te pongas a charlar ni te hagas el sabio fuera de tiempo.

5 Sello de rubí en una alhaja de oro es un concierto musical mientras se bebe vino;

6 sello de esmeralda en un engaste de oro es la música melodiosa sobre la dulzura del vino.

7 Habla, joven, cuando sea necesario, pero dos veces a lo más, y si te preguntan.

8 Habla concisamente, di mucho en pocas palabras: sé como uno que sabe y sin embargo se calla.

9 En medio de los grandes, no pretendas igualarlos, y si otro habla, sé parco en tus palabras.

10 El relámpago brilla antes del trueno y el encanto precede al hombre modesto.

11 Levántate a tiempo, no seas el último en irte, ve derecho a tu casa, sin entretenerte por el camino.

12 Diviértete allí como más te guste, pero sin pecar con palabras arrogantes.

13 Y por todo eso, bendice a tu Creador, que te embriaga con sus bienes.

El temor del Señor

14 El que teme al Señor acepta ser instruido, y los que lo buscan ardientemente alcanzarán su favor.

15 El que busca la Ley se saciará de ella, pero al que finge observarla le sirve de tropiezo.

16 Los que temen al Señor descubren lo que es recto y hacen brillar sus preceptos como una lámpara.

17 El hombre pecador no tolera ningún reproche y encuentra pretextos para hacer lo que quiere.

18 El hombre de consejo no descuida la reflexión; el impío y el arrogante proceden temerariamente.

19 No hagas nada sin el debido consejo y no te arrepentirás de tus acciones.

20 No vayas por un camino lleno de obstáculos y no tropezarás contra las piedras.

21 No te fíes del camino despejado

22 y cuídate hasta de tus hijos.

23 En todo lo que hagas, sé fiel a ti mismo, porque también eso es observar los mandamientos.

24 El que confía en la Ley presta atención a los mandamientos y el que confía en el Señor no sufrirá menoscabo».

Os hago llegar ahora unas frases para la reflexión:

«No des el consejo más agradable, sino el más ventajoso».
Solón

«Toma para ti los consejos que das a otros».
Tales de Mileto

«No deis consejo a quien no os lo pide. El consejo debe tomarse conforme al día y, si fuere posible, conforme a la hora».
Séneca

«He aquí una cosa que cuanto más se necesita menos se estima: el consejo».
Leonardo da Vinci

«Sagrada cosa es el consejo».
Platón

NE QUID NIMIS.
─‘Nada en exceso’─.

KWEN KHAN KHU