Reflexiones Gnósticas Doctrinarias

Reflexiones Gnósticas Doctrinarias 1280 720 V.M. Kwen Khan Khu

La Mónada interior profunda, nuestro Real Ser, lo que los kabalistas hebreos llaman «Kether», tiene el deber de estimularnos desde dentro; estimularnos desde dentro con motivación espiritual, con experiencias místicas trascendentales, con fuerzas que introduce la Mónada para que aquí sintamos una especie de inquietud espiritual que nos impulse a buscar el Camino.

La otra responsabilidad cae, o recae, directamente en la Esencia, en nosotros que somos el alma humana encarnada aquí en la Tierra. La Esencia tiene que corresponder a esos estímulos, digamos, con trabajo. Tiene que poner también su parte de esfuerzos, y muchas veces de superesfuerzos, porque una cosa es que tengamos el estímulo interno, que vale mucho, que viene del Padre, y otra cosa es que nosotros tengamos voluntad para corresponder a esos esfuerzos; porque a veces podemos estar pillados por el tedio del Yo, por la carga o la densidad del Yo, o por un karma que estemos viviendo en un momento determinado.

En ambos casos tenemos que defendernos como leones contra las fuerzas kármicas y contra la entropía exterior e interior. Entonces la tarea de la Esencia, del alma humana, es esa, corresponder a los estímulos internos con la búsqueda incesante de la Verdad, con la lectura incesante del cuerpo de doctrina, con las prácticas incesantes que tenemos que llevar a cabo cada día, con ayunos, con oración, con meditación; esa es la tarea de la Esencia.