Quien quiera elevar la tasa de vibraciones del cuerpo físico para pasarlo a la octava superior, debe utilizar para ello el ayuno, el silencio, la oración, la meditación y el buen incienso. Se hace necesario quemar buen incienso dentro de su recámara y no hablar con nadie durante el ayuno. Se hace necesario concentrarse únicamente en el Ángel o Maestro con el cual deseamos relacionarnos. Así se eleva nuestra tasa de vibraciones y pasamos a una octava musical superior.
Entonces nosotros subimos y el Maestro baja para platicar con nosotros. Así se obtienen las famosas materializaciones de que tanto se habla en la literatura ocultista, teosofista, etc., etc., etc.
Nosotros aconsejamos la ciencia del ayuno para sanar de las peores enfermedades. Nosotros aconsejamos el ayuno, la meditación y la oración para obtener materializaciones de grandes Maestros.
Samael Aun Weor
Ética y Sociología Gnóstica (capítulo 37)