Recordemos que este plexo es el centro de la telepatía.
El discípulo, sentado en cómodo sillón, con el rostro dirigido hacia el Oriente, se imaginará allá, en esa lejanía, una cruz inmensa, radiante, de un bello color dorado. Imagínese que emite rayos dorados y azules que llegan hasta su plexo solar, situado en la región del ombligo. El discípulo se esforzará por sentir las vibraciones de esos rayos bañando de luz el chakra de ese plexo.
A la vez se practicará el mantram con la vocal U, la cual se pronunciará largamente en tono semiprofundo: UUUUU…
Este ejercicio durará media hora diaria. Se logrará la telepatía.
Cuando se desarrolla el chakra del plexo solar, el chakra frontal se inunda de esplendor y de fuego, y el clarividente percibe todos los rutilantes matices del aura de la persona y todas las formas de pensamiento que flotan, con sus colores encendidos, en los Mundos Superiores.
Samael Aun Weor
Logos, Mantra, Teúrgia (capítulo 9)