Si alguien ha sufrido el vituperio más malintencionado, el rechazo y la incomprensión de las maleables gentes, esa ha sido María Magdalena.
Desde que en el siglo VI el papa Gregorio I la identificara con la pecadora de Betania, esta mujer sagrada ha sufrido la calumnia más atroz.
Hoy, cuando ya algunos han reivindicado la grandeza de esta mujer, llega esta obra maravillosa para acercar de modo definitivo a las gentes quién fue en realidad María de Magdala, haciendo así justicia y honor a una de las mujeres de corazón más exaltado de la historia.
«Una mujer […] bien polarizada con su naturaleza, ha de reunir las cualidades benditas de las cuales se hablaba en los Templos de Misterios de otrora, a saber: LA SENCILLEZ O SIMPLICIDAD, LA CASTIDAD, LA HUMILDAD, LA FIDELIDAD, LA DISCRECIÓN, LA VERACIDAD y sobre todo LA ABNEGACIÓN, es decir, SABER SER SUFRIDA. Estas virtudes estaban muy bien acopladas en la naturaleza de esa gran mujer e Iniciada que terminó siendo la esposa del Gran Kabir de Galilea, V.M. Aberamentho; nos referimos a María de Magdala o María Magdalena».
–Kwen Khan Khu, Revelaciones de la conciencia, capítulo «Un mensaje de interés para todos»–
Muchas gracias por compartir este conocimiento. He leído mucho de María Magdalena y me encanta leer este escrito que apoya una vez más, con conocimiento, la verdad de esta extraordinaria mujer. Lo deseable es seguir develando la verdad detrás de las mentiras de miembros de la Iglesia y otras instituciones.