La virtud no sabe caer, A donde quiera que sea llevado, Selectorum Emblemata

«NESCIT LABI VIRTUS» (La virtud no sabe caer) y «QUOCUNQUE FERAR» (A donde quiera que sea llevado)

«NESCIT LABI VIRTUS» (La virtud no sabe caer) y «QUOCUNQUE FERAR» (A donde quiera que sea llevado) 850 480 V.M. Kwen Khan Khu

Muy amados lectores/as:

Os hago llegar en esta oportunidad dos emblemas del mismo libro: Selectorum emblematum, con el texto en latín y francés antiguos.

El primero de estos grabados se titula…

…NESCIT LABI VIRTUS
─‘La virtud no sabe caer’─

Esto también puede traducirse como ‘La virtud no puede caer’, o, un poco más libremente, ‘La virtud no conoce caídas’.

Más abajo tenemos estas otras frases:

Ipsa suis opibus contra omnes fulta ruinas
Virtus non ullo labitur, alma loco.

Significado: ‘Sustentada por sí misma por medio de sus obras contra todos los fracasos, la virtud, benigna, no cae en ningún lugar’.

Seguidamente tenemos este texto en francés:

Ainsy que toufiours droit se tient la chausse trappe
Ores qu´on la renversse et donne mile tours
Tout ainsy la verttu droicte fe tient tousiours
Soit que l´advesite par tous endroictes la frappe.

TRADUCCIÓN: ‘Así el abrojo siempre se mantiene erguido, aunque se le den una y mil vueltas. Así también la virtud siempre se mantiene recta aunque la adversidad la golpee por todos los lados’.

¿Qué significa todo esto, paciente lector?

Resulta muy curioso destacar que en este grabado la virtud aparece representada por un triángulo gigante en medio del grabado. Este triángulo representa gnósticamente las tres fuerzas primordiales de la creación: Santo Afirmar, Santo Negar y Santo Conciliar.

Nuestra Autorrealización no es otra cosa que la encarnación de dichas tres fuerzas en nuestra naturaleza anímica y física. Este es nuestro objetivo por el cual fuimos traídos a la existencia. Se trata, pues, de encarnar la fuerza del Padre, la fuerza del Hijo y la fuerza del Espíritu Santo. Incuestionablemente que esto no lo podemos hacer de la noche para la mañana, es un trabajo que ha de llevarnos toda nuestra vida hasta completarlo, culminándolo con el calificativo de LA GRAN OBRA INTERIOR.

Por ello vemos el triángulo de nuestro grabado suspendido en el aire y rodeado de un viento tempestuoso que amenaza con hacerlo caer y autodestruirse. Empero, como bien lo dice nuestro grabado, cuando nuestras virtudes están bien fortalecidas, ellas no ceden a las tempestades del Ego y tampoco ante las adversidades del destino… Es obvio que, para que una virtud se haya nutrido con la fortaleza necesaria, hemos de haberla ejercitado en el diario vivir mediante la templanza, en otras palabras, soportando todo tipo de gimnasios psicológicos que el laberinto de nuestra existencia nos va trayendo cada día… Cuando alguien pierde sus virtudes es porque faltaba realmente una comprensión de fondo sobre las mismas, y por ello las raíces de aquellas virtudes no alcanzaban a soportar las vicisitudes a las que era confrontada en el valle de la existencia…..

A donde quiera que sea llevado, Selectorum Emblematum

QUOCUNQUE FERAR
─‘A donde quiera que sea llevado’─

La palabra CUBUS que vemos en el centro de la imagen claramente significa ‘CUBO’.

Una frase latina nos dice:

Non refert, QUOCUNQUE ferar unus et idem
cum similis semper totus ubique mihi.

Traducción: ‘No importa, adonde quiera que sea llevado avanzaré uno e igual, en cuanto, dondequiera, siempre todo es parecido a mí’.

Otra posible traducción: ‘No importa, dondequiera que me lleven, seguiré siendo el mismo, ya que siempre soy el mismo y entero en todas partes’.

La frase en francés antiguo nos dice:

L'homme droit, et constant, doue d´une ame pure
ne change point de coeur par les malheureux traits,
comme le det quarre -carré-qui ne tombe jamais
quoy qu´on le gette -jette- au tour, que droit en sa posture.

Traducción: ‘El hombre recto y constante, dotado de un alma pura, no cambia sus sentimientos profundos por características desafortunadas. Como la obra sólida que nunca cae, pase lo que pase se mantiene recto en su postura’.

¿Qué misterio se nos enseña en este otro grabado, amigos y amigas?

Para comenzar nuestro estudio debemos observar que la figura central de nuestro grabado está constituida por UN CUBO que viene desde los cielos. Al lado derecho vemos dos personajes que, arrodillados, oran muy concentrados, mientras que un tercer personaje los escucha sentado. Al lado izquierdo vemos un pastor que corre y detrás del mismo sus ovejas. El trío de personajes que oran hace alusión a los hermanos que oran a los cielos para no caer en tentación. Esa es nuestra humanidad que, sumida en sus impresiones terrenales, busca afanosamente ser escuchada por la divinidad.

Por otra parte, el pastor con sus ovejas huye despavorido temeroso de ese enorme cubo que se avecina sobre el mundo, es decir, sobre la tierra. Más al fondo observamos una casa que está comenzando a encenderse en llamas. ¿Qué es todo esto?

Este pastor simboliza la cantidad ingente de personajes pseudoespirituales que tratan de guiar a las sociedades humanas, empero carecen de argumentos sabios y explícitos sobre los problemas del hombre y su desarrollo sobre la faz de nuestro mundo. Total, ante situaciones inciertas solamente saben hacer una cosa: huir de los acontecimientos y buscar escondrijos donde guarecerse.

La casa que está envuelta en llamas simboliza nuestra misma sociedad que, alejada de las virtudes, termina siendo víctima de sus propias iniquidades.

Ahora bien, el cubo representa la PIEDRA FILOSOFAL, el SER en sí mismo. Él es Él, la divinidad que mora en nuestras profundidades y que es inmune a todas las adversidades que presente la creación en cualquier lugar de nuestro globo. Por ello, en una de las traducciones anteriores se nos dice: ‘No importa, dondequiera que me lleven seguiré siendo el mismo, ya que siempre soy el mismo y entero en todas partes’.

El SER ES EL SER, queridos/as lectores/as; Él es quien ha sido, quien es y quien siempre será por toda la eternidad. EL SER ES INMUTABLE Y SIEMPRE ESTARÁ DOTADO DE SU OMNISCIENCIA, OMNIPOTENCIA Y OMNIPRESENCIA, no lo olvidemos jamás.

El SER es el Padre de todas las Luces, y quien tiene siempre las llaves del reino de los cielos. Él está presente en todos los reinos de la creación, pues es la CONCIENCIA misma de la naturaleza, del universo y del cosmos en general.

Si lo encarnamos a ÉL seremos finalmente parte de su naturaleza y Él nos hará inmunes a las caídas propias de las almas débiles.

Os añado ahora unas frases para vuestras reflexiones:

«El agradecimiento es la parte principal de un hombre de bien».
Quevedo

«El agradecimiento es la memoria del corazón».
Lao-Tse

«Está puesto en razón que los que reciben algún beneficio, aunque sea con niñerías, se muestren agradecidos».
Cervantes

«Ningún hombre digno pedirá que se le agradezca aquello que nada le cuesta».
Terencio

«Elogiar de corazón es una acción buena; es, en cierto modo, participar de ella».
La Rochefoucauld

AD INFINITUM.
─‘Hasta el infinito’─.

KWEN KHAN KHU