Muy estimados amigos/as:
Permitidme hoy adentrarme en algunas explicaciones relativas a la obra de Leonardo da Vinci titulada:
SAN JERÓNIMO
Interesante resulta saber que esta obra, según algunos, representa también a San Gerásimo y no solo a San Jerónimo. Por ello, quiero haceros llegar algunos comentarios de algunos especialistas intelectualoides al respecto de San Gerásimo.
«Según los relatos, un día en que el monje paseaba por las orillas del Jordán se le acercó un león herido. Gerásimo examinó su zarpa y le extrajo una aguda espina. El león se quedó desde entonces junto a él y se convirtió en un manso animal. Los monjes le encomendaron a Gerásimo el cuidado de un asno que había en el monasterio, que se encargaba de buscar el agua. Un día unos mercaderes árabes robaron el animal y Gerásimo acusó al león de habérselo comido, por lo que le encargó empezar a buscar el agua a él. Tiempo después, los mercaderes volvieron y el león recuperó el asno. Gerásimo reconoció su error y dio al león el nombre de Jordán».
Lo cierto, querido lector, es que se trata de San Jerónimo. En esta obra, según algunos historiadores, el penitente tiene en su mano derecha una piedra para castigarse. Según ellos la señal del golpe o autocastigo se puede apreciar en su pecho. Empero, la piedra que tiene San Jerónimo es alusiva a la «roca de tropiezo» o «piedra de escándalo» de la que nos hablara siempre Pablo de Tarso.
El paisaje que rodea la escena es muy austero y rocoso. Su mirada de arrepentimiento está dirigida a una iglesia, según el boceto.
La forma pétrea que existe debajo de su mano extendida llama la atención, pues parece también la cúpula de una iglesia, pero igualmente se puede asociar a un atanor alquímico. Obviamente que San Jerónimo, arrepentido, sabía muy bien que la raza humana había atentado contra la iglesia del amor, ese es el porqué de su mirada.
Por otra parte, cerca de él vemos a un león, cuyo cuerpo y cola parecen figurar la letra S, viva alusión al Fuego Sagrado, el fuego que nos redime. La herida en el pecho de San Jerónimo representa la enorme pena moral que llegamos a sentir cuando sabemos que hemos atentado contra el Espíritu Santo, el Santo Conciliar.
Obsérvese la cola del león figurando la letra S junto al cuerpo del mismo.
Detalle con la cara del santo y el boceto de la iglesia
Adjuntamos estas palabras del Maestro Samael que, justamente, hemos encontrado en el libro Las siete palabras, página 25:
«La Biblia luterana se basa en los trabajos de San Jerónimo, los cuales son intencionadamente defectuosos, pues San Jerónimo, de acuerdo con las órdenes que recibió del papa Dámaso, tuvo que encauzar las cosas de acuerdo con los intereses del catolicismo romano. San Jerónimo fue el verdadero autor de la Vulgata latina».
Sean con todos vosotros las bendiciones de Parabrahma por toda la eternidad.
Os anexo ahora unas frases para vuestra reflexión:
«La Conciencia del hombre recto se ríe de los engaños de la fama».
Ovidio
«La armonía se obtiene por la virtud».
Platón
«El amor purifica el espíritu y alimenta la fantasía; el amor puro, el amor santo, el amor sin vil interés y sin intención ruin, es la aspiración más elevada del Espíritu, la estrofa inmortal que en coro cantan todos los seres de la creación, desde al átomo que se arremolina al contacto de la luz y del calor hasta la máquina admirable que afianza a los astros en sus elipses gigantescas, en los círculos que eternamente trazan en el azul de los inmensos cielos».
Rubén Darío
«El amor es el más benigno y el mejor de los moralismos».
Bacon
«El amor semeja a un árbol: se inclina por su propio peso, arraiga profundamente en todo nuestro Ser y a veces sigue reverdeciendo en las ruinas de un corazón».
Victor Hugo
SIC TRANSIT GLORIA MUNDI.
─‘Así pasa la gloria de este mundo’─.
KWEN KHAN KHU