El esoterismo nato y realmente ortodoxo siempre habló de un camino que conducía a la Liberación absoluta. Este camino lo han recorrido seres de la talla de un Moisés, de un Jesús el Cristo, de un Buddha Siddharta Gautama, de un Confucio, de un Sócrates, de un Hermes Trismegisto, etc.
Nunca antes un Maestro totalmente autorrealizado había publicado los procesos y experiencias que alguien de ese nivel vivencia tras terminar las Tres Montañas. Hoy, gracias a la generosidad y entrega a la humanidad del V.M. Kwen Khan Khu, tenemos en esta obra titulada En el umbral de la Eternidad la asombrosa dicha de poder conocer la vida interna y física, con sus fenómenos y procesos esotéricos, de alguien de ese nivel.
Muy queridos amigos y amigas: Con inmenso cariño os narro una anécdota que pienso que os va a gustar: ANÉCDOTA CON EL V.M. SAMAEL AUN…
Muy queridos lectores/as: Hoy os hago llegar estas palabras del Avatara derivadas de una entrevista que le hice al V.M. Samael Aun Weor hace mucho…
Muy queridos lectores: Me permito escribiros unas letras con el propósito de hacer: UNA ACLARACIÓN DIALÉCTICA MUY IMPORTANTE SOBRE EL GNOSTICISMO Recientemente, caro lector, tuve…
Estimados lectores: En esta oportunidad quiero haceros llegar un artículo que considero grandioso, altamente histórico por su contenido y esencialmente gnóstico por referirse a la…
El V.M. Samael Aun Weor, antropólogo y sociólogo contemporáneo, ha sido un investigador nato. Ha dedicado su vida entera a profundizar sobre las grandes verdades que las diversas civilizaciones han legado a la humanidad en diversas formas de manifestación: filosofía, religión, arte y ciencia.
Nace Óscar Uzcategui Q. un 28 de agosto de 1950 en Venezuela, en plena cordillera de los Andes. Desde temprana edad tuvo grandes inquietudes espirituales, que le llevaron a la búsqueda incesante de los valores inherentes al Ser de los gnósticos. Su pubertad transcurrió en aquellas tierras venezolanas, y durante ese período pudo escudriñar en la temática rosacruz, teosófica, francmasónica y espiritista, llegando a la conclusión de que en tales escuelas no se podían capturar elementos prácticos y precisos para el desarrollo psíquico del hombre en forma integral.