Muy amados y amadas lectores/as:
En esta oportunidad os hago llegar este grabado titulado…
…IMAGINI DELLI DEI DE GL'ANTICHI
─‘Imágenes de los Dioses de la antigüedad’─
Este libro fue escrito por Vincenzo Cartari ─1531-1569─, un mitógrafo y diplomático italiano del Renacimiento.
Hemos elegido la imagen que aparece en una edición del libro publicada en 1674 por ser más detallada que las demás ediciones. Representa a la Diosa Angerona, al Dios del Silencio y al Dios Harpócrates.

Antes que nada debemos recordar que en el antiguo Egipto existía también una divinidad a la que se rendía culto y era llamada HARPÓCRATES. Se le simbolizaba bajo la forma de un niño que con un dedo cerraba sus labios. Se dice que, originalmente, esta divinidad era llamada HERUPAKROAT. Estaba relacionada con ciertos ritos en los que se le rogaba la transportación en estado de Jinas…..
En la literatura relacionada con estos símbolos se dice que Macrobius quería que Angerona, con la boca amordazada y sellada, mostrara que quien sabe sufrir y guardar silencio ocultando sus penas, al final las supera y luego las disfruta con alegría y placer.
Plinio y Solino concluyeron que esta diosa fue creada para mostrar que no se debía hablar de los secretos religiosos ni divulgarlos, tal como Numa Pompilio ─715-673 a. C.─, el segundo rey de Roma, también quiso dejar claro que se debía guardar silencio sobre los asuntos de los Dioses introduciendo el culto a cierta Diosa llamada Tácita ─según escribe Plutarco─.
Por esta razón, los egipcios también veneraban al Dios del silencio y lo mantenían junto a sus principales deidades. Entre ellos se le conocía como Harpócrates, y entre los griegos como Sigalion. Su condición, según Apuleyo y Marciano, era la de un niño que se llevaba el dedo a los labios como cuando se le pide a alguien que guarde silencio. También se le representaba a veces como el Dios del Silencio, una figura sin rostro con un pequeño sombrero y una piel de lobo alrededor, casi completamente cubierta de ojos y orejas, pues debía ver y oír pero hablar poco. Y cada cual puede guardar silencio cuando le plazca, pero no siempre puede decir lo que quiere: esto lo demuestra el sombrero, símbolo de libertad, como ya se ha dicho. Y se dice del lobo que deja mudo a todo aquel que ve antes de ser descubierto, y que, cuando roba algo, huye tan silenciosamente que apenas se atreve a respirar.
Por lo tanto, es una virtud guardar silencio en tiempos de necesidad, porque un hombre prudente no debe perder el tiempo con muchas palabras vanas, sino que, al guardar silencio, debe considerar las cosas con mucho cuidado antes de discutirlas, y luego decir solo lo necesario.
En otras fuentes se dice que Angerona, Diosa del Silencio, no tenía templos particulares, sino solo una estatua en el Templo de la Diosa Volupia ─diosa del deleite─, con la que a veces está confundida. Esta última era una deidad de extraordinaria belleza, nacida de la unión de Cupido ─también llamado Amor o Eros─ y Psique o Alma.
Las fiestas de Angerona, llamadas Angeronalia o Divalia, tenían lugar el 21 de diciembre, día del solsticio de invierno. Ese día los pontífices ofrecían un sacrificio a la Diosa Angerona en un Templo que la Diosa Volupia tenía en Roma, el Sacellum Volupiae, en la Vía Nova, en la Porta Romana.
Dumézil ─un historiador francés─ señaló que las Diosas Romanas cuyos nombres terminan con el sufijo ona u onia cumplen la función de ayudar a los fieles a superar un momento o condición de crisis particular. Ejemplos incluyen a Bellona, que permite al romano vadear la guerra de la mejor manera posible; Orbona, que cuida a los padres que perdieron un hijo; Pellonia, que aleja a los enemigos; Fessonia, que permite a los viajeros vencer la fatiga…
¿Qué nos dicen todos estos misterios, compañeros y compañeras?
Primeramente comencemos por aludir a la invitación al silencio mostrada por la Diosa Angerona. Justamente en los antiguos tiempos una condición SINE QUA NON para participar de las tradiciones sagradas era EL SABER GUARDAR SILENCIO. El V.M. Samael llegó a crear las cámaras superiores porque, ciertamente, en tales cámaras se hablaban cosas que luego no se debían comentar cuando los partícipes salieran de aquellos recintos. En la antigüedad, amigos y amigas, por ejemplo, aquel o aquella que violase el secreto del Arcano A.Z.F. era condenado a muerte y sus cenizas eran esparcidas a los cuatro vientos. Igualmente, cuando un Iniciado recibía el nombre sagrado de su SER, este debía solamente comentarlo al director del templo, y si tal director lo autorizaba, entonces podía comentarlo a otros Iniciados o a personas de su entorno, de lo contrario debía guardarlo en silencio.
¿Qué nos ha pasado hoy? Pues que la condición de nuestra Conciencia dormida, manipulada por los agregados psicológicos, no ha permitido a los compañeros de la senda ser realmente HERMÉTICOS y nadie sabe guardar silencio acerca de sus experiencias anímicas, y, como si fuera poco, andamos contando a los cuatro vientos toda experiencia anímica que recibimos en los mundos internos. El silencio está ligado a la naturaleza del SER. El SER no es un parlanchín y tampoco una entidad a la que le gusta jactarse de sus vivencias.
En nuestros días se entregó el Arcano porque esta humanidad se degeneró inexorablemente y la Logia Blanca ya tiró la casa por la ventana para que se salve quien pueda, no porque esta humanidad se lo mereciera. Personas a quienes el Maestro Samael les reveló su nombre interno terminaron luego por traicionarlo, como el susodicho Maestro Desoto ─E. V. Q.─ y otros más. En fin, estamos viviendo tiempos que son la antítesis de aquellas otras épocas en las que imperaba lo sagrado.
Es muy cierto que cuando nos acostumbramos a no andar contando nuestras penas, terminamos superándolas a la larga y luego sentimos esa felicidad que nos produce el haber podido superar las pruebas de nuestra existencia.
Incuestionablemente que también es nuestro deber SABER GUARDAR SILENCIO sobre los secretos de los Dioses. Muchas confidencialidades de nuestro Patriarca que habían sido confiadas a algunos compañeros, terminaron siendo comentadas vulgarmente por algunos discípulos como si se tratase de cosas vulgares de la vida común y corriente. Esto se llama IGNORANCIA.
Cuando se nos habla de las habilidades del lobo, el cual sabe oír y ver pero no hablar, se nos está diciendo que debemos imitar a esa criatura. Un tanto parecidos a este animal resultan los Arcontes del Destino, quienes nunca dicen cuándo van a castigar a nuestra humanidad, solamente se dedican a observarla, oír lo que hace y, de acuerdo a la rectitud de sus actos, la castigan o no. Por ello se les llama también LOS LOBOS DE LA LEY.
Asimismo, se nos dice que Plinio y Solino concluyeron que la Diosa Angerona había sido creada para garantizar el silencio sobre los ceremoniales religiosos, pues, justamente, eso es algo que debemos acatar como desiderato de la Blanca Hermandad. Sin embargo, muchos de nuestros compañeros, faltando a su compromiso ante el ARA, han decidido abandonar nuestros estudios y, como parte de su falta de respeto hacia las cosas sagradas, se han dedicado a burlarse públicamente de nuestros ceremoniales.
Termino señalando a las tres figuras que aparecen en el presente grabado, a saber:
- El Dios del Silencio lleno de ojos en todo su cuerpo indicándonos que todo lo ve.
- La Diosa Angerona con su boca sellada y amordazada para no quedarse embotellada en sus conjeturas sobre las penas.
- El Dios HARPÓCRATES ─divinidad egipcia─, que está callando su boca con uno de sus dedos, tiene una serpiente para indicar la sabiduría serpentina, y una pequeña figura que nos muestra al dios Horus bajo la forma de un halcón.
Os entrego ahora unas frases para vuestra reflexión:
«Si mi túnica supiera lo que pienso, la quemaría».
Alfonso V de Aragón
«A quien dices tus secretos das tu libertad».
Fernando de Rojas
«¿Cuál es el hombre más libre? El que fio menos secretos, por los cuales se hacen los hombres esclavos».
Quevedo
«Necio, muy necio es el que, descubriendo un secreto a otro, le pide encarecidamente que lo calle».
Cervantes
«Infeliz del que conociera los secretos que encubre el silencio».
Dante
SOL IUSTITIAE, ILLUSTRA NOS.
─‘Sol de justicia, ilumínanos’─.
KWEN KHAN KHU