Las cuatro formas de vivir en la tierra, grabado 1 Gérard Van Groeningen (1550-1599)

Cultura carnis

Cultura carnis 850 480 V.M. Kwen Khan Khu

Muy entrañables amigos y amigas lectores/as:

Me apresuro a enviaros, en las próximas entregas, cuatro grabados hechos aproximadamente en el año 1573 por Gérard Van Groeningen ─1550-1599─, un diseñador flamenco conocido en Amberes ─Bélgica─.

Tal serie de grabados se llama Las cuatro formas de vivir en la tierra. En esta oportunidad os envío solamente el primero de ellos titulado…

…CULTURA CARNIS
─‘El camino de la carne’─

Grabado Nº 1

Las cuatro formas de vivir en la tierra, grabado 1, Gérard Van Groeningen (1550-1599)
Las cuatro formas de vivir en la tierra, grabado 1
Gérard Van Groeningen (1550-1599)

Este primer grabado enfatiza lo siguiente: QVATVOR SERVITUTES HOMINUM, ‘existen cuatro esclavitudes de los hombres’.

En el mismo apreciamos una escena en la que se ve a un grupo de gentes participando claramente de actos lujuriosos y lascivos.

Por un lado apreciamos a una pareja sentada que se entrega a los excesos lujuriosos. Tal pareja es servida por una mujer que lleva con ella en sus manos, en su cabeza y en su cintura una serie de utensilios con fines de prodigar a los amantes el disfrute de diversos platos gastronómicos mientras disfrutan de su identificación sexual. Es por tal motivo que, a los pies de esa mujer servidora, hallamos la palabra latina gvlaléase: ‘gula’─, aludiendo a los placeres que provoca este agregado psicológico.

Obsérvese, asimismo, que cerca de la pareja antes citada aparece la representación de la diosa Venus,la cual viene acompañada de Eros-Cupido,quien está apuntando con sus flechas a la pareja de nuestro grabado. Entiéndase aquí que no se trata de que Venus ─la Diosa del Amor─ es complaciente con estas actitudes, no. Se trata de que el autor del grabado, queriendo expresar las debilidades humanas, muestra a tal divinidad como representación de un erotismo mal encauzado.

Mediante la Gnosis llegamos a comprender nuestra correcta relación con la fuerza erótica y la sublimamos según los parámetros de la ciencia del Tantra-Yoga o Kundalini-Yoga. De esta manera no terminamos siendo esclavos del sexo, sino que utilizamos tal fuerza transmutada en nuestra anatomía orgánica para desarrollar nuestras facultades anímicas y convertirnos en verdaderos hombres a imagen y semejanza del Creador.

Obviamente que el clero romano, con sus sistemas absurdos de abstención sexual, provoca degeneraciones glandulares en nuestro organismo, y ello se revierte en el mismo bajo la forma de las llamadas vibraciones venenioosskirianas…, que nos convierten en personajes grasientos, gordinflones, o en sujetos enjutos, flacos y llenos de un cinismo experto.

Al lado derecho de nuestro grabado vemos, sobre una especie de mesa, dos personajes. Se trata de dos mujeres. La primera de ellas lleva sobre sus muñecas alas y está en actitud de mostrarse como alguien especial. A sus pies aparece la palabra latina Voluptas, lo cual debe traducirse como ‘placer’, deleite sin límites.Ciertamente, nuestra humanidad ha caído en el deleite desenfrenado de los placeres de la carne. Eso se llama hoy en día hedonismo, lo cual significa vivir solamente para el disfrute que nos proporcionan los cinco sentidos.La otra mujer, que está al lado de la voluptuosidad, tiene a sus pies otra palabra latina que la identifica. Se trata de Caro,lo que ha de traducirse como ‘carne’.Así, de este modo, los Yoes o agregados psicológicos de la voluptuosidad se acompañan cuando se trata de producir placeres en el ser humano.

Siempre se ha dicho, por otra parte, que, normalmente, las pasiones sexuales animalescas van de la mano con los estados egoicos de embriaguez, borracheras, glotonerías, etc., etc., etc. Tal es la razón por la cual, fuera del motivo central de nuestro grabado, en la parte izquierda, vemos instaladas un conjunto de tiendas, y dentro de una de ellas observamos a la famosa Iudith, o Judith, decapitando al famoso Holofernes.Esta historia está ampliamente documentada en las escrituras sagradas y alude a la decapitación de nuestro abominable Ego animal.

En el cielo de esa parte del grabado observamos volando a una criatura que lleva una trompeta y va acompañada de la palabra latina Infamia. Esto es para decirnos que, sin lugar a dudas, hemos convertido nuestra vida en una verdadera infamia, alejada de todo principio enaltecedor que nos conduzca hacia el reino del Padre. Por ello vemos que la criatura que vuela lo hace sobre el pueblo que está a sus pies para indicarnos que esto sucede en todas partes de nuestro globo.

Al lado de la dama que representa la voluptuosidad observamos unas llamas que son alimentadas por una persona. Estas llamas simbolizan las pasiones humanas.

Al pie de nuestro grabado observamos unas frases escritas en latín. Las mismas nos dicen cosas como estas:

«Non tantum ira Dei, non tantum tela, nec hostis
Quantum sola nocet animis illapsa Libido,
Ebrietas cui fida comes, cui Luxus, et alma
Est Venus, et nigris uolitans Infamia pennis».

Traducción:

‘No dañan tanto a las almas la ira de los Dioses, ni las armas, ni un enemigo, cuando por sí sola la lujuria que ha penetrado, de la cual son compañeros fieles la embriaguez y el lujo y Venus que da la vida, y la infamia volando con negras plumas’.

Permitidme ahora, caros/as lectores/as, regalaros unas frases que bien vale la pena reflexionar:

«Los demás pecados son intrínsecamente malos; el del escándalo lo es extrínsecamente».
P. Vitoria

«Los que tienen la idea más frívola del pecado son, precisamente, los que suponen un abismo entre las personas honradas y las otras».
Amiel

«De los pecados que se cometen nadie ha de echar la culpa a otros, sino a sí mismo».
Cervantes

«El conocer el pecado es principio de salvación».
Séneca

«En cuanto un hombre se piensa incapaz de cometer los pecados de otro, se vuelve despiadado para juzgarlos. Su castigo suele ser entonces… que los comete mayores aún».
Graham Greene

ABYSSUS ABYSSUM INVOCAT.
─‘Un abismo llama a otro abismo’─.

KWEN KHAN KHU