La humanidad dormida, que no tiene individualidad sagrada, aprecie más las cosas que constituyen la fantasía egoica en lugar de anhelar acercarnos al mundo crístico.
Mensajes semanales del Coordinador Internacional de AGEAC, el V.M. Kwen Khan Khu.
Meditemos en todas estas cosas históricas relacionadas con nuestro porvenir dentro de la nefasta Rueda del Samsara. Al menos llevemos en nuestras Conciencias el recuerdo bien grabado de todos estos aconteceres para siquiera saber por qué los Hermanos Mayores de la Blanca Hermandad han calificado a este género humano actual como NIDO DE VÍBORAS o HUMANOIDES RACIONALES CONDENADOS A LA PENA DE EXISTIR…
La prudencia es la virtud fundamental que debemos alcanzar para observar si se han producido cambios en nuestro trabajo interior.
Está dicho que el arte transmutatorio alquímico es necesario una enorme dosis paciencia y su aliada, la perseverancia.
Este grabado representa la decadencia de la humanidad sumida en el desorden absoluto, un nivel muy bajo del ser, la vanidad. Todo esto conduce a la decadencia de la humanidad sumida en el desorden absoluto, la vanidad… conduce a la estupidez, a la entropía total. La riqueza permite la estupidez y la entropía total.
El autor de este grabado fue Hieronymus Wierix. La sabiduría está en las tres fuerzas de la creación: Padre, Hijo y Espíritu Santo; condensadas en nuestras energías creadoras.
La Conciencia es una energía divina aprisionada por energías malignas, el Ego. Necesitamos desperarla para liberarnos del Ego y acercarnos del Ser.
Con esos tres ingredientes nuestra mente teje a cada segundo, a cada instante, una enorme tela de araña que no nos permite tener el libre fluir del pensamiento y mucho menos la muy necesaria QUIETUD MENTAL. Y sin esa quietud mental tan necesaria en nuestra existencia jamás tendremos la PAZ DEL CORAZÓN TRANQUILO y mucho menos la iluminación, ¡entendido?
Esta obra artística representa la crueldad, la hipocresía, el egoísmo que envenenaron el corazón de las sociedades humanas que viven ahora en la faz de la Tierra.
Este grabado de Giorgio Ghisi nos muestra, con todos sus símbolos iniciáticos y alquímicos, la Vía Hermética que nos conduce a la autorrealización íntima del Ser.