Este hermoso grabado aparece ante nuestros ojos para mostrarnos el equilibrio de las dimensiones y los mundos en el espacio interestelar. Por ello recibe el nombre de «Pesaje de los mundos». Es decir, muestra cómo el Arquitecto del Universo considera que están repartidas las energías de los cosmos, y lo hace a través de una balanza que designa dónde se hallan las energías superiores y dónde están las inferiores.
Incuestionablemente que todos aquellos que tratamos de vivir el Camino Secreto que nos enseña la Gnosis, debemos tener muy clara la necesidad inmediata de saber orar, saber vivir y saber morir.
Os hago llegar con inmenso placer un poema gnóstico titulado «La mentre perfecta». Fue hallado entre los manuscritos de Nag Hamadi. Se remonta más o menos dos mil años en el tiempo.
La diplomacia es una virtud del Espíritu que impide la expresión del orgullo no tiene nada que ver con las acostumbradas del Yo como la hipocresía, la falsedad, el disimulo, la apariencia de cosas.
El presente grabado, además de su hermosura, viene a recordarnos los arquetipos ligados a la eternidad que encontramos en las escrituras sagradas de todos los tiempos.
Me alegra haceros llegar este óleo de un artista llamado Lorenzo Lotto, de tiempos de 1505. Esta obra se halla preservada en la Galería Nacional de Arte de Washington.
El título de esta obra artística es Alegoria de la castidad o Alegoría del sueño vigilante del alma.
El místico entusiasmo es un ingrediente básico en la búsqueda permanente del SER.
Tal entusiasmo nos abre las puertas de las ideas, los arquetipos superiores, la COMPRENSIÓN del trabajo gnóstico y la correspondiente continuidad de propósitos.
Queridos lectores, independientemente de querer ver asociados en este grabado a la diosa Diana en compañía de otro deiduso, lo que sí nos interesa a nosotros en la Gnosis es la relación de la casta Diana con nuestra Divina Madre y el trabajo enorme de dar caza a nuestros innumerables agregados psicológicos que en nuestras entrañas psíquicas llevamos. Por ello se la asocia también a la Luna, razón por la cual lleva la imagen del satélite, en forma de cuarto creciente, en muchos otros grabados. Igualmente, siempre se la ve asociada a un arco y sus flechas de plata.
Este grabado es el emblema 97 del libro Morosophie ─1553─, escrito por Guillaume la Perriere, un humanista y escritor francés.
La traducción de la frase en francés: ‘Mirad y ved que el árbol de la sabiduría ─del cual conviene que el hombre sea instruido─ echa raíces en el corazón y tanto se eleva que por la boca tiene que sacar el fruto’.
Esta escultura, de origen etrusco, está hecha en bronce y se calcula que fue realizada alrededor del año 400 antes de Cristo cerca de la ciudad de Arezzo ─Italia─, lugar en el que fue encontrada en 1553. Mide 129 cm de largo y 78 cm de alto. Actualmente se halla en el Museo Arqueológico Nacional de Florencia.
Paisaje con el Padre Tiempo como un hombre desnudo alado con guadaña y reloj de arena, y la personificación femenina de la diligencia ─diligentia─ y de la laboriosidad ─sedulitas─, con telar o rueca.
Misteriosamente, a todos nosotros este grabado nos ilustra acerca de esos dos aspectos de Dios Madre que nos comenta abundantemente nuestro V.M. Samael Aun Weor en sus obras.
¿Qué significa todo esto?
Significa, estimados/as lectores/as, que lo único que tiene sentido verdadero en nuestra existencia es vivir para el SER y sus virtudes. El SER lo es todo y es capaz de vencer a la muerte. Con el SER seguimos en la región de los muertos pero gozando de dignidad, inteligencia, Conciencia, y gozando de una plenitud difícil de definir.
Pero lo que sobre todo debemos tener en cuenta, otorgándole la prioridad en la ciencia que nos interesa, es la elevada virtud purificadora que posee el fuego. Principio puro por excelencia y manifestación física de la pureza misma, señala así su origen espiritual y descubre su filiación divina.
Por orden del santísimo Theomegalogos, en la aurora de la creación, los Elohim se polarizaron, masculino y femenino, realizaron un acto de Magia Sexual purísima y con palabras de poder, mantras fueron dando forma a las diversas dimensiones del espacio sideral.