El V.M. Samael siempre nos insistió en la necesidad de romper con el implacable destino que nos lleva siempre a cumplir estúpidamente con la mecanicidad con la cual se nos manipula de existencia en existencia. Esta lucha está planteada en la llamada Revolución de la Conciencia, con sus tres factores bien definidos en nuestra doctrina…
Incuestionablemente que todos aquellos que tratamos de vivir el Camino Secreto que nos enseña la Gnosis, debemos tener muy clara la necesidad inmediata de saber orar, saber vivir y saber morir.
El místico entusiasmo es un ingrediente básico en la búsqueda permanente del SER.
Tal entusiasmo nos abre las puertas de las ideas, los arquetipos superiores, la COMPRENSIÓN del trabajo gnóstico y la correspondiente continuidad de propósitos.
Misteriosamente, a todos nosotros este grabado nos ilustra acerca de esos dos aspectos de Dios Madre que nos comenta abundantemente nuestro V.M. Samael Aun Weor en sus obras.
La humanidad dormida, que no tiene individualidad sagrada, aprecie más las cosas que constituyen la fantasía egoica en lugar de anhelar acercarnos al mundo crístico.
La prudencia es la virtud fundamental que debemos alcanzar para observar si se han producido cambios en nuestro trabajo interior.
Esta obra artística representa la crueldad, la hipocresía, el egoísmo que envenenaron el corazón de las sociedades humanas que viven ahora en la faz de la Tierra.
Este grabado de Giorgio Ghisi nos muestra, con todos sus símbolos iniciáticos y alquímicos, la Vía Hermética que nos conduce a la autorrealización íntima del Ser.
El SER, o Dios es dueño de nuestra vida por eso que en las tablas de Moises, el primer mandamiento que estaba expresado, justamente, «Amarás a tu Dios por encima de todas las cosas…»
Para alcanzar la Maestría es indispensable caminar por los rieles de la piedad y la humildad y así seguir avanzando hacia la morada del Padre.