Queridos/as lectores/as:
Os estoy haciendo llegar el grabado que lleva por nombre…
…TRISTITIA
─‘La tristeza’─

Pertenece a una serie de cuatro partes sobre los rasgos humanos negativos. La serie fue grabada y editada en 1592 en Colonia ─Alemania─ por Raphael Sadeler ─1560-1628─ según el dibujo del pintor flamenco Maarten de Vos ─1532-1603─.
En este grabado podemos apreciar en primer plano una mujer joven, semidesnuda, con sus manos levantadas ─Tristitia, ‘la tristeza’─. Está sentada frente a una cueva. A su alrededor se hallan cuatro animales: un búho, una serpiente, una rata y un perro aullador. A la izquierda del plano central, una mujer con cabeza de serpiente ─una medusa─ devorando un corazón ─Invidia, ‘la envidia’─, y un personaje con un ala de diablo y otra de ángel sosteniendo una serpiente con ambas manos ─Zelotypia, ‘los celos’─. A la derecha del plano central, una mujer atravesada por una lanza ─personificación de la desesperación─ y una mujer rezando: la lamentación.
Al fondo el asedio de una ciudad ─izquierda─ y un naufragio ─derecha─.
Queridos amigos, ¿qué es todo esto?
El artista ha querido mostrarnos a dónde nos pueden llevar nuestras debilidades anímicas y psicológicas cuando entramos en la FASCINACIÓN O IDENTIFICACIÓN con las impresiones que vamos recibiendo a lo largo de nuestras vidas y en el transcurso de nuestros días.
Cuando nos OLVIDAMOS DE SÍ MISMOS caemos en la desgracia interior y nuestros agregados aprovechan nuestra ALUCINACIÓN para manifestarse de diversas maneras y llevarnos de este modo hacia nuestra propia confusión y LOCURA.
El grabado nos señala claramente a nuestra Esencia ─semidesnuda por falta de valores─ y rodeada de algunas entidades animalescas, entre ellas una rata ─alegoría de estados lujuriosos─, una serpiente ─símbolo de pasiones ocultas dentro de nosotros mismos─, un perro aullador ─que representa, no a la fidelidad en este caso, sino a los aullidos que provocan nuestros miedos y nuestros instintos─; finalmente, en la parte superior central vemos un búho, animalito que nos invita a estar siempre en estado de alerta para no ser víctimas de las impresiones desagradables que pueden aparecer en cualquier momento de nuestra existencia.
A la izquierda del plano central, como ya hemos comentado antes, podemos apreciar una medusa ─una forma de nuestro Ego animal─ que camina devorando un corazón. Ciertamente, cuando estamos IDENTIFICADOS con los acontecimientos de la vida cotidiana, muchos de nuestros agregados rápidamente tratan de desmoralizarnos, como lo está haciendo esa medusa. El Yo destroza nuestros sentimientos y nos sume en la depresión.
Igualmente nuestra vida anímica se convierte en una dualidad bastante extraña. Por un lado pareciera que tenemos una parte esencial o divina ─el hombre con el ala angélica─ y por el otro ese mismo hombre representa un estado tenebroso ─el mismo hombre con un ala tenebrosa o ala de murciélago─; he ahí el EGO en su pluralidad.
A la derecha del plano central vemos claramente a nuestra misma Esencia atravesada por una lanza. Esto nos recuerda esos momentos en los cuales estamos llenos de un profundo dolor moral y andamos buscando consuelo de alguna manera…
La mujer que vemos rezando simboliza la lamentación psicológica en la que entramos justamente cuando buscamos un estado de calma interior a través de la oración o la meditación. No debemos olvidar jamás que, ante toda crisis que nos golpee, debemos refugiarnos rápidamente en la MEDITACIÓN. La INTERIORIZACIÓN es una puerta que se abre para procurarnos reposo íntimo y autocontrol.
Al fondo, la ciudad que vemos asediada es nuestra CIUDAD PSICOLÓGICA que termina envuelta en llamas egoicas con la consecuente autodestrucción de nuestro aparato psíquico. E, igualmente, el bote o navío que vemos naufragar en la parte superior derecha del grabado hace alusión al naufragio de nuestro trabajo interior cuando NOS HEMOS OLVIDADO DE SÍ MISMOS.
Algo interesante a remarcar es el hecho de que este grabado va dirigido a una mujer ─es femenino─, por lo cual nuestra traducción está presentada como si fuera una mujer quien habla ─la tristeza─.
La madre de las preocupaciones, por cómo está estructurada la frase, es la ansiedad más que los celos, y lo que dice la frase es que la ansiedad no quiere que lleguen las cosas que se acercan.
Veamos ahora la traducción de la frase latina:
«Non annis sed victa situ, sed et obsita pannis In gemitu insomnem duco moestisima vitam Afflictam obtundi me desperatio, fusam Invidia absumit, tum me sine fine procellis Zelotypa inuoluit, curarum prodiga Mater, Anxia vestigans, quae non velit obuia ferri: Ac nisi Diua suam mihi Commiseratio dextram Porrigat, hac equidem non unquam fasce leuabor».
Traducción: ‘Vencida, no por los años, sino por la situación, y además cubierta de harapos, tristísima, entre los gemidos llevo mi vida sin dormir; cuando ya estoy afligida, la desesperación me debilita; cuando estoy postrada, la envidia me consume; luego los celos me envuelven con tormentas interminables y la ansiedad, pródiga Madre de preocupaciones, en busca de las cosas que se aproximan, no quiere que se acerquen: y a menos que la divina compasión no me extienda su diestra, siguiendo de esta forma, por cierto, no me aligeraré nunca jamás de la carga’.
Os añado unas frases para ser reflexionadas:
«Última filosofía humana disponerse a todo lo que viniere».
Quevedo
«¿Qué es un filósofo? Un hombre a quien, si escuchas, te hará, seguramente, más libre que todos los pretores».
Epícteto
«Las costumbres de los filósofos no están conformes con sus preceptos, pero si vivieran como enseñan, enseñarían cómo se ha de vivir».
Séneca
«La filosofía es una patología superior».
Hebbel
«La filosofía es la historia del error humano con algunas chispas de luz».
Othon Gruppe
EX AEQUO ET BONO.
─‘De modo justo y bueno’.
KWEN KHAN KHU
 
			 
			 
					 
				 
					 
					