Esta escultura, de origen etrusco, está hecha en bronce y se calcula que fue realizada alrededor del año 400 antes de Cristo cerca de la ciudad de Arezzo ─Italia─, lugar en el que fue encontrada en 1553. Mide 129 cm de largo y 78 cm de alto. Actualmente se halla en el Museo Arqueológico Nacional de Florencia.
Paisaje con el Padre Tiempo como un hombre desnudo alado con guadaña y reloj de arena, y la personificación femenina de la diligencia ─diligentia─ y de la laboriosidad ─sedulitas─, con telar o rueca.
¿Qué significa todo esto?
Significa, estimados/as lectores/as, que lo único que tiene sentido verdadero en nuestra existencia es vivir para el SER y sus virtudes. El SER lo es todo y es capaz de vencer a la muerte. Con el SER seguimos en la región de los muertos pero gozando de dignidad, inteligencia, Conciencia, y gozando de una plenitud difícil de definir.
Por orden del santísimo Theomegalogos, en la aurora de la creación, los Elohim se polarizaron, masculino y femenino, realizaron un acto de Magia Sexual purísima y con palabras de poder, mantras fueron dando forma a las diversas dimensiones del espacio sideral.
La humanidad dormida, que no tiene individualidad sagrada, aprecie más las cosas que constituyen la fantasía egoica en lugar de anhelar acercarnos al mundo crístico.
Este grabado representa la decadencia de la humanidad sumida en el desorden absoluto, un nivel muy bajo del ser, la vanidad. Todo esto conduce a la decadencia de la humanidad sumida en el desorden absoluto, la vanidad… conduce a la estupidez, a la entropía total. La riqueza permite la estupidez y la entropía total.
El autor de este grabado fue Hieronymus Wierix. La sabiduría está en las tres fuerzas de la creación: Padre, Hijo y Espíritu Santo; condensadas en nuestras energías creadoras.
Este hermoso grabado nos muestra que nuestra redención solo es posible mediante el auxilio de la cruz.
Estos grabados representan al Dios Hércules Gálico, quien es el paralelo del Heracles griego y del Hércules romano.
Este hermoso grabado nos muestra ante todo la grandeza de buscar el camino del Cristo íntimo. Al mismo lo vemos dentro de una nube enseñando a un devoto el globo, que representa el caos espermático, coronado por una rama de laurel, símbolo, asimismo, del triunfo hermético.