Muy queridos/as amigos/as:
Me complace haceros llegar el presente grabado que lleva por título…
…RECIPROCA SPONSAE SPONSIQVE AD HORTUM SUUM INVITATIO
─‘Una invitación mutua de la novia y el novio a su jardín’─
Os hago saber, ante todo, que este es uno de los dibujos realizados por el grabador Philip Galle ─1537-1612─ como ilustración de un libro titulado Paradisus sponsi et sponsae: in quo Messis myrrhae et aromatum, ex instrumentis ac mysterijs Passionis Christi colligenda, vt ei commoriamur, ‘El paraíso del novio y de la novia: donde la cosecha de mirra y aromas tiene que ser recolectada de los instrumentos y misterios de la pasión de Cristo para que muramos por él’.
El texto en latín que aparece al pie del dibujo y una posible traducción:
Sponse, veni; tuus en te degener invocat hortus. Suaui-amarus et hic te mihi, sponsa, vocat.
‘Ven, novio, he aquí, tu jardín indigno [te] invoca. Agridulce, y aquí te llama a mí, novia’.
El texto en francés que aparece al pie del dibujo y su traducción:
Vien, cueiller, cher espous, les fruits de ton parterre. Mais que ces aigre-dous aussy ton cueur en-serre.
‘Ven, recoge, querido esposo, los frutos de tu jardín. Pero deja también que estas cosas agridulces envuelvan tu corazón’.
El texto que acompaña al personaje que yace arriba a la izquierda: Iustitia Originalis, ‘Justicia Original’.
La esposa dice:
Veniat dilectus meus in hortum suum. Cant.5 [Comedat fructum pomorum suorum].
‘Que venga mi amado a su jardín, que coma del fruto de sus manzanas’.
Lo que dice el esposo, más abajo, es parte del mismo versículo Nº 1 del capítulo 5 de El cantar de los cantares:
El texto que acompaña al Cristo:
Veni in hortum meum, soror mea, sponsa. Cant. 5
‘He venido a mi jardín, hermana mía, novia’.
¿Cuál es el sentido real de todas estas frases latinas antes citadas?
Primeramente, para adentrarnos en este hermoso grabado necesitamos observar las dos partes del mismo, una arriba y la otra abajo. En la parte superior vemos a una mujer invitando a su marido a entrar en el jardín del amor. Esa parte nos muestra a unos sátiros luciferinos bailando y haciendo sonar un cuerno con música luciferina, acompañados de una serpiente ─tentadora─ enroscada en el árbol de la ciencia del bien y del mal ─la sexualidad─. Incuestionablemente que la sexualidad está relacionada directamente con el Camino Secreto ─mediante la Alquimia─, empero siempre y cuando la tentación luciférica sea vencida mediante la sublimación del coito hermético. Si no lo hacemos nuestro destino será equivalente al del hombre que vemos yacente en la parte izquierda superior de este grabado teniendo a la muerte a su lado, como aquella que siempre vence a los débiles ─por ello el esqueleto tiene una espada en su diestra─. Esa es la razón de la corona que lleva en su cabeza, pues es quien reina finalmente en el término de nuestras vidas.
En la parte exterior del primer jardín ─donde observamos los sátiros─ vemos a una pareja corriendo, huyendo de un ángel que con una espada flamígera los aparta del jardín de las delicias, igual que sucedió con el Adán y la Eva del Génesis hebraico. Este ángel se abalanza sobre el género humano desde entonces, según la voluntad divina, aplicando el karma a las masas humanas.
Detrás de ellos va también persiguiéndolos un león. Este es el León de la Ley, los Arcontes del Destino que persiguen a todos los fornicarios.
En la parte inferior del grabado aparece de nuevo una pareja conformada por el Cristo y una mujer que quiere seguir sus pasos. A esta mujer el Cristo la invita al jardín del amor, pero arropados con el perfume de la mirra. Gnósticamente, la mirra está asociada a la muerte interior, muerte psicológica o muerte de Satán en nuestra anatomía psíquica.
La mujer sigue al Cristo pero lleva en su diestra un corazón para indicarnos la necesidad de hacer del coito una forma de oración. Por otra parte lleva una corona sobre su cabeza, indicándonos que es una de las almas llamadas a vivir el drama crístico, pues bien sabido es que para encarnar a nuestro Señor de Perfecciones particular, individual, es necesario trabajar en la Forja de los Cíclopes o Fragua de Vulcano. Por esta razón el Cristo llama a la mujer «esposa mía, hermana mía»…Es un llamado de su Cristo íntimo al alma de dicha mujer.
El jardín del Cristo está lleno de los instrumentos con los cuales se consumó su crucifixión. Esto significa que, si queremos hollar el AMOR CRÍSTICO, necesitamos consumar en nuestra intimidad el bautismo por el fuego divino, por el INRI de la Gnosis. Este jardín es, ciertamente, como está descrito en este grabado: DULCE Y AMARGO a la vez. Está lleno de rosas y espinas que constantemente herirán nuestras carnes físicas y anímicas por los procesos que se ponen en marcha una vez que hemos aceptado vivir la llamada VÍA SECA o VÍA DIRECTA de los alquimistas de todos los tiempos.
Escrito está que tenemos derecho a aspirar el aroma de las manzanas del amor, pero no a tragarnos dichas manzanas; esto lo afirma la Gnosis y también se nos advierte: AMOR ES LEY, PERO AMOR CONSCIENTE. Y San Pablo nos advirtió en su tiempo: «Todo pecado será perdonado menos aquel que atenta contra el Espíritu Santo» ─la fornicación─.
Para vivenciar el AMOR CRÍSTICO necesitaremos ser traicionados ─de allí la bolsa de monedas que aparece en el jardín crístico─, necesitaremos experimentar los tres clavos de la cruz del redentor ─que simbolizan las tres grandes purificaciones: por el agua, por el fuego y por el hierro─, sufriremos la corona de espinas ─internamente hablando─ a cada paso de nuestra travesía, seremos víctimas de la insolencia del Ego ─ver el látigo─, deberemos adquirir la voluntad crística ─señalada por el martillo─, etc., etc., etc.
Después de estas disertaciones, permitidme regalaros unas frases célebres muy oportunas:
«Si nos examináramos de cuando en cuando, el resultado natural de aquel examen sería nuestra perfección».
Montaigne
«La perfección es una maravillosa virtud que pesa tanto que el hombre no puede con ella».
Ortega Munilla
«El que con perspicacia reconoce la limitación de sus facultades está muy cerca de llegar a la perfección».
Goethe
«Los hombres no pueden ser más perfectos que el Sol. El Sol quema con la misma luz que calienta. El Sol tiene manchas. Los desagradecidos no hablan más que de las manchas. Los agradecidos hablan de la luz».
José Martí
«La perfección llevada al exceso muere de plétora».
Shakespeare
FIAT JUSTITIA AUT PEREAT MUNDUS.
─‘Hágase justicia o perezca el mundo’─.
KWEN KHAN KHU