Le présent travail artistique est en relation directe avec l’un des cinq sens de notre machine organique. Nous y voyons tout d’abord une belle dame qui tient dans sa main droite la corne de la déesse Amalthée, qui signifie l’abondance matérielle ou spirituelle.
Messages hebdomadaires du Coordinateur International de l’AGEAC, le V.M. Kwen Khan Khu
Dans la scène principale, nous pouvons voir une dame appuyée sur l’arbre de la vie ─l’ÊTRE─, et signalant de sa main droite une toile d’araignée, tandis qu’elle tient un oiseau avec la gauche. Elle est assise sur un rocher représentant la pierre d’achoppement et le rocher de scandale ─la sexualité─, comme l’a bien décrite saint Paul.
L’odorat, chers amis/es, a également une signification profonde dans les mystères. En plus de nous permettre de capter les odeurs de la Mère Nature
La transcendance du sens de la vue
C’est avec un immense plaisir que je vous fais parvenir une des cinq gravures que je vous envoie progressivement et qui sont en rapport avec les cinq sens que possède notre machine organique.
Le mystère de la très sainte Trinité
Para nosotros los gnósticos este grabado posee una importancia trascendental, pues nos permite concebir aquello que para las iglesias católica y ortodoxa fue calificado como dogma de fe.
Para entrar en materia, he de deciros que en esta oportunidad el autor se ha querido referir a la facultad auditiva, nuevamente señalada como una cualidad humana y por ello representada bajo la forma de una hermosa fémina.
Les contradictions de l’Ego animal
Para estudiar este magnífico grabado, antes que nada hemos de decir que fue creado entre los años 1575-1618 y se halla en el Rijksmuseum, ubicado en la ciudad de Amsterdam ─Holanda─.
Estimados lectores, os muestro aquí dos imágenes: un dibujo del siglo XVI realizado por Francesco de Rossi en el cual aparece Fanes como deidad hermafrodita,tal como lo describen antiguos textos romanos, y un altorrelieve romano.
UNA REFLEXIÓN NECESARIA: Cuando observamos lo que está aconteciendo entre Rusia y Ucrania todos nos preguntamos: pero ¿cómo es posible esto?
Ciertamente, compañeros/as, nuestra vida es comparable a las horas del día: cuando amanece podríamos decir que estamos en nuestra infancia, cuando estamos en el mediodía ─cenit─ podríamos afirmar que hemos llegado a la juventud, cuando comienza la tarde podemos comparar ese fenómeno con la edad adulta, nuestra madurez, y al llegar la noche pues entramos en nuestra vejez.