LAS SIETE PALABRAS SAMAEL AUN WEORSamael Aun Weor LAS SIETE PALABRAS marzo 2020El texto íntegro de esta obra, por voluntad expresa de su autor (Samael Aun Weor), es patrimonio de toda la humanidad. La composición y el diseño, tanto de la por‑ tada como del interior de la presente obra, están registrados a nombre de AGEAC. Ninguna parte de ellas puede ser reproduci‑ da, modificada, publicada, cargada, trans‑ mitida o distribuida de ninguna manera sin la previa autorización escrita de AGEAC. © AGEAC (Asociación Geofilosófica de Estudios Antropológicos y Culturales). Reservados los derechos de imagen. www. ageac.org vopus.org samael.org radiomaitreya.orgADVERTENCIA AGEAC pone a disposición de todos los seres humanos los textos auténticos y originales del V.M. Samael Aun Weor. La presente obra es fidedigna al original escrito por el V.M. Samael Aun Weor. Toda persona que lo adultera o mutila comete un grave delito.ÍNDICE PRÓLOGO ................................................................................................................... 6 INTRODUCCIÓN ......................................................................................................... 8 LAS SIETE PALABRAS ............................................................................................... 126 PRÓLOGO Con la llegada de Las siete palabras, el V.M. Samael Aun Weor nos describe el proceso iniciático al cual es sometido el cuerpo astral de todo Adepto de la Gran Logia Blanca. Es incuestionable que el Fuego Sagrado es el elemento clave que realiza esa portentosa transformación que se opera en la anatomía secreta del asceta gnóstico. Muchos otros autores que precedieron al V.M. Samael Aun Weor en temas esotéricos llegaron a la errónea consideración de que todos los seres humanos nacían poseyendo un verdadero cuerpo astral. Fue gracias al Maestro Samael cómo la humanidad vino a saber que el humanoide, falsamente llamado hombre, solo posee, como rega‑ lo de la Madre Natura, un cuerpo físico y un cuerpo etérico o vital. Más allá de estos dos vehículos, el falso hombre no es más que un fantasma que deambula por entre los corredores del mundo astral. Y es aquí, en este punto, donde resalta con clara luz meridiana la sabiduría del Avatara de Acuario –V.M. Samael Aun Weor– al des‑ cribirnos, paso a paso, el camino que hemos de seguir para llegar a obtener una verdadera anatomía astral, tal y como el Maestro M. lo cita en su obra Dioses atómicos.Samael Aun Weor • LAS SIETE PALABRAS 7 Lo más grandioso de la Gnosis como doctrina es que su arquitecto –el Maestro Samael– fue mostrándonos en cada una de sus obras los pormenores para ir nosotros adquiriendo realidad en todas las dimensiones del espacio estrellado. Las siete palabras, amigo lector, constituye sin lugar a dudas una parte esencial de la didáctica que los Hermanos Mayores entregan a esta pobre humanidad doliente, a fin de que cada ente humano adquiera su «Benjamín secreto» según las Sagradas Escrituras. Todos los devotos de la Gnosis, los peregrinos del real camino, pue‑ den ahora, merced a estas insólitas enseñanzas, conocer el modus operandi que les permite investigar, con su legítimo cuerpo astral, todos los departamentos de la región de los muertos, o mundo de Hod según la Kábala hebraica. Con esta obra podemos conocer, además, todos los procesos ini‑ ciáticos a los que es sometido el cuerpo Kesdjano o Eidolón de un Paracelso o Soma Psykhikón de los teósofos, ya que, como lo afirmó el Patriarca gnóstico V.M. Samael Aun Weor, no basta únicamente con llegar a crear este cuerpo sideral. Necesitamos, nos dice muy acertadamente el Buddha Maitreya, purgar ese vehículo, extraerle todas sus imperfecciones hasta conseguir, con suprema paciencia, cristificarlo. Este es el significado secreto del doceavo mandamiento señalado por el Arcano 12 del Tarot de Hermes Thot: ¡Haz que tu luz brille! Bebe, pues, perínclito lector, en esta fuente literaria, la savia del verdadero conocimiento que, habiéndose perdido con la llegada de la Edad Negra –Kali‑Yuga–, reaparece una vez más para que «el que tenga ojos que vea y el que tenga oídos que oiga, porque aquí hay sabiduría». Oremus… Kwen Khan Khu8 INTRODUCCIÓN A madísimos discípulos: Gracias a nuestro querido discípulo N.E.S.Q. podemos hoy hacer llegar a vosotros el supremo mensaje de la Nueva Era de Acuario. Hermanos míos, abandonad vuestras idolatrías y herejías y volved a la doctrina que Cristo enseñó en secreto a sus setenta discípulos. No es el espiritismo con sus médiums, ni el rojismo con su indigestión de librería, ni el teosofismo morboso los que puedan llevaros hasta la liberación. El mediumnismo y el espiritismo solo han servido para llenar los manicomios de enajenados. El rojismo de Colombia, con su espinazo de goma, solo ha sabido arrodillarse, hacerles genuflexiones a los magos negros. El teosofismo, entrega‑ do al opio de sus teorías, solo ha servido para invitar a los estudian‑ tes a la molicie y a la fornicación. Israel Rojas R. aseguraba hace algunos años que el mago ne‑ gro Omar Cherenzi Lind era dizque el gran Maestro K.H. Si Rojas es un Maestro, ¿por qué se equivocó?Samael Aun Weor • LAS SIETE PALABRAS 9 Tengo que informar a todos los estudiantes espiritualistas de Colombia: ya, gracias a Dios, yo, Samael Aun Weor, acabé con la tenebrosa escuela cherenzista, cuyo responsable del estableci‑ miento de esa escuela en Colombia fue el señor Israel Rojas R. El rojismo, herido de muerte, está desapareciendo de nues‑ tra tierra colombiana. El teosofismo y el espiritismo, con sus mé‑ diums, afortunadamente, ya prácticamente han desaparecido de este territorio colombiano. Todas esas idolatrías, todas esas herejías, han corrompido a la humanidad y la han llevado al Abismo. Este es el momento en el que los estudiantes deben reflexionar y volver a la senda de Nuestro Señor Jesucristo. Hay necesidad de formar en nosotros al Yo‑Cristo * . Hay ne‑ cesidad de formar a Cristo en nosotros. Hay que volver a esa vieja doctrina de los mártires, a esa doctrina que Pablo predicó en Roma cuando llegó cargado de cadenas. Hay que volver a esa doctrina que Cristo predicó en secreto a sus setenta discípulos, a esa doctri‑ na por la cual fueron perseguidos todos los santos de Jerusalén y por la cual Esteban murió mártir. Cristo, que soportó todas las tentaciones, es el único que pue‑ de darnos poder para resistir con heroísmo todas las tentaciones. Pero hay que formar a Cristo en nosotros para adquirir la fortaleza del Cristo. Todo esto pertenece a la doctrina de Melquisedec. «Acerca de esto tenemos mucho que decir y difícil de explicar por cuanto os habéis hecho tardos para oír» –Hebreos 5, 11–. Todo esto pertenece a los grandes misterios del sexo, los cuales son dificultosos de declarar por cuanto sois flacos para oír. Todos vosotros os habéis escandalizado cuando os hemos hablado francamente de la Magia Sexual. *. Es importante aclarar que, si bien en esta obra encontramos el término «Yo‑Cristo», el V.M. Samael Aun Weor posteriormente diferenció, muy claramente, al Real Ser de todo lo que tuviera relación con el Yo animal que toda persona lleva dentro. Por esto, el V.M. Samael Aun Weor, en obras posteriores, llegó a decir: «No existe ningún Yo superior. Toda forma del Yo superior o inferior, en el fondo, no es otra cosa que el mismo Ego animal. El Ser trasciende todo “yoísmo”. El Ser es el Ser, y la razón de ser del Ser es el mismo Ser». Next >