LAS NAVES CÓSMICAS Y LOS PLATILLOS VOLADORES SAMAEL AUN WEORSamael Aun Weor LAS NAVES CÓSMICAS Y LOS PLATILLOS VOLADORES mayo 2020El texto íntegro de esta obra, por voluntad expresa de su autor (Samael Aun Weor), es patrimonio de toda la humanidad. La composición y el diseño, tanto de la por‑ tada como del interior de la presente obra, están registrados a nombre de AGEAC. Ninguna parte de ellas puede ser reproduci‑ da, modificada, publicada, cargada, trans‑ mitida o distribuida de ninguna manera sin la previa autorización escrita de AGEAC. © AGEAC (Asociación Geofilosófica de Estudios Antropológicos y Culturales). Reservados los derechos de imagen. www. ageac.org vopus.org samael.org radiomaitreya.orgADVERTENCIA AGEAC pone a disposición de todos los seres humanos los textos auténticos y originales del V.M. Samael Aun Weor. La presente obra es fidedigna al original escrito por el V.M. Samael Aun Weor. Toda persona que lo adultera o mutila comete un grave delito.ÍNDICE PRÓLOGO ............................................................................................................ 6 LAS NAVES CÓSMICAS 1. NAVES CÓSMICAS ............................................................................................ 10 2. UN MEXICANO EN EL PLANETA VENUS ......................................................... 16 3. EL YO PLURALIZADO ........................................................................................ 22 4. CARTA ABIERTA ................................................................................................. 27 LOS PLATILLOS VOLADORES 1. LA VERDAD DESNUDA ..................................................................................... 33 2. UN VISITANTE JUPITERINO ............................................................................. 37 3. EL HOMBRE QUE FUE A VENUS ..................................................................... 41 4. PLATILLOS VOLADORES Y HOMBRECILLOS VERDES ..................................... 46 5. EL MOVIMIENTO GNÓSTICO .......................................................................... 506 PRÓLOGO Con la aparición de LAS NAVES CÓSMICAS irrumpió el V.M. Samael en el anfiteatro de la opinión pública –en el año 1950–, para mos‑ trar por vez primera un pequeño tratado acerca de los visitantes de otros mundos. Nadie antes había hablado públicamente acerca de estas humani‑ dades que nos han estado visitando desde tiempos remotos, y que nos miran con preocupación debido al mal estado en que nos halla‑ mos sumidos los habitantes de este afligido mundo llamado Tierra. Tan solo Orson Welles, con su ridícula exposición filmográfica lla‑ mada LA GUERRA DE LOS MUNDOS, empezaba a crear esa maligna imagen de los habitantes del cosmos, que lamentablemente se ha ido perpetuando durante todo el siglo XX y parte del XXI. Desde entonces, el mundo entero se ha devanado los sesos inten‑ tando descifrar ese misterio que envuelve a los llamados «Discos Voladores» que surcan el firmamento en los cuatro puntos cardina‑ les. Por todas partes hay infinidad de testimonios que nos informan de la presencia de estos objetos voladores no identificados –Ovnis– en todas las latitudes de nuestro afligido orbe, y creyentes y no cre‑ yentes se han estado enzarzando en afirmar o negar la existencia de humanidades mucho más avanzadas que la nuestra.Samael Aun Weor • LAS NAVES CÓSMICAS Y LOS PLATILLOS VOLADORES • 7 Inclusive se ha hablado ya de informes desclasificados en torno a esta materia, por parte de gobiernos como los de Estados Unidos de Norteamérica, Gran Bretaña, Brasil, Francia y España, entre otros. La Agencia Nacional Aeroespacial de los Estados Unidos –NASA– guarda en sus archivos secretos multitud de testimonios, recaba‑ dos por sus distintos departamentos, sobre contactados, abduci‑ dos, etc., etc., etc., pero la humanidad continúa sin tener todavía una referencia completa alrededor de este tema tan inherente a todos los seres que poblamos los cinco continentes. La cruda realidad de los hechos, amable lector, está contenida en las doradas páginas de esta obra que tienes ahora en tus manos. La pluma del V.M. Samael Aun Weor es ahora mismo, y perdóne‑ se nuestro énfasis, la que ha sabido describir con lujo de detalles el misterio de las humanidades extraterrestres y la relación de las mismas con nuestro hormiguero humano. Afirma nuestro autor que estas civilizaciones de mundos vecinos, y algunas veces lejanos, han alcanzado un altísimo grado de desarro‑ llo, no solamente en el campo de la ciencia, sino, y esto es lo más importante, en el terreno de la ética y la auténtica espiritualidad. El V.M. Samael fue en su día entrevistado por un grupo de estos «Hermanos del Espacio», quienes le comentaron la profunda triste‑ za que les producía el estado de nuestra falsa civilización actual. In‑ clusive el V.M. Samael entregó hace muchos años ya el símbolo que utiliza la humanidad marciana para reconocerse entre sí y también para con otras humanidades estelares. Dicho símbolo fue publica‑ do en la primera edición de esta obra, hacia los años cincuenta, y se recomendó y se sigue recomendando a nuestros lectores colocar dicho símbolo en las azoteas de nuestras viviendas, edificios, en terrenos amplios, etc., para que estos seres luminosos se sientan bienvenidos por parte de nosotros, los terrícolas, y contacten con nuestros pueblos. Escrito está, amigo lector, que la finalidad de estos viajeros interes‑ paciales no es otra que la de ayudarnos en el momento supremo. Estas gentes de iluminada mentalidad, saben perfectamente del es‑ tado caótico en que nos encontramos nosotros, conocen muy bien Samael Aun Weor • LAS NAVES CÓSMICAS Y LOS PLATILLOS VOLADORES • 8 nuestra psicología egoica, han contemplado con asombro nuestras dos Guerras Mundiales precedentes y comprenden que en cual‑ quier momento nos lanzaremos a una Tercera Guerra Mundial con dolorosas consecuencias, ya enunciadas por todos los foros huma‑ nísticos de nuestra geografía planetaria. Esta humanidad, paciente lector, respira odios, guerras, crímenes de toda especie, salvajismo religioso, ateísmo total, degeneracio‑ nes de toda especie, adulteraciones en todos los campos del saber y de la alimentación, confusión, anarquía y caos existencial. Por ello, la denominada Blanca Hermandad, constituida por todos los hombres y mujeres, no solamente de nuestro mundo, sino también de otros sistemas solares, ya tiene un plan de rescate según el cual, en su momento y en su hora, serán evacuadas unas cantidades de personas –con principios éticos relevantes– que serán asimismo llevadas a otras civilizaciones del espacio, mientras en nuestro do‑ loroso planeta se vivirá el Apocalipsis anunciado por todos aquellos que en el mundo han sido. Los vehículos espaciales con que cuentan estos bien llamados «as‑ tro‑nautas», son impulsados a veces por el sistema de energía solar y otras tantas por energías intergalácticas, según se lo hicieron sa‑ ber al autor de esta obra los propios conductores de dichos navíos. Todo esto y mucho más es parte de la sabiduría que encierran estos tratados que con mucho tino el V.M. Samael denominó con el título de Las NAVES CÓSMICAS y Los PLATILLOS VOLADORES. Nuestra enhorabuena a todos aquellos que, desprovistos de pre‑ juicios y preconceptos, lleguen a bucear en estas maravillosas pá‑ ginas, porque encontrarán entonces respuestas a estas y muchas otras importantes interrogantes. NVNC SCIO VERE ¡Ahora sé en verdad! Kwen Khan Khu9 LAS NAVES CÓSMICASNext >